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Estoy nervioso, tengo un examen

Consejos para combatir el estrés pre-examen

Sin
importar si se trata de un examen para ingresar a una universidad o el de
conducir, el período de preparación puede representar días, semanas o incluso
meses de gran estrés. Algunas personas sufren de una ansiedad que los debilita
y da como resultado un desempeño menor al que podría haber tenido de haber
estado tranquilo.
Sin importar en qué escala le afecte a usted el estrés, puede usar estas
recomendaciones para mantener el control y no permitir que afecte su
rendimiento.
 

Primer paso
 


Lo
primero que debe hacer es encontrar todo el material existente relativo al
examen. Si existen exámenes simulacro, de práctica o de años anteriores debe
conseguirlos. Estos son la mejor preparación que podrá conseguir.

Averigüe qué tipo de respuestas serán requeridas: explicaciones,
demostraciones, ejemplos, opciones múltiples, ejercicios prácticos, etc.
Debe tener en cuenta que un examen con argumentación genera y exige un tipo de
conocimiento más creativo que el de opciones múltiples.
En una argumentación deberá saber de forma general todos los temas y de una
forma más profunda algunos temas en particular. En cambio, en opciones múltiples
debe memorizarse una gran cantidad de hechos, fórmulas y detalles.

Debe
confeccionar un plan para poder cubrir todos los temas. No importa si su plan
está formulado en forma muy detallada o si es algo más general, lo importante
es que usted esté seguro de que podrá arreglarse con toda la información para
el día del examen.
El tener un plan le da una sensación de control y seguridad que disminuye los
niveles de estrés y ansiedad.


El día anterior

 

Asegúrese
de saber dónde será tomado el examen. Aunque parece algo obvio, muchos exámenes
se toman en edificios enormes con cientos o hasta miles de solicitantes a la
vez. De modo que es posible que le lleve un tiempo ubicar el sitio que le
corresponde a usted.
Está comprobado que llegar el día del examen sin saber a dónde dirigirse
potencia los niveles de estrés y ansiedad, mientras saberlo de antemano brinda
tranquilidad. Incluso, si puede, decida con antelación el medio por el que
llegará al establecimiento. Si es en ómnibus, colectivo o tren, sepa los
horarios.
 

La noche anterior prepare su bolso con todo lo necesario para estar sentado
varias horas. Existen exámenes que toman seis, y hasta incluso ocho horas de
estar sentado. Pensando y escribiendo.
Si éste es el caso, recuerde que además de lápices, lapiceras, gomas,
borradores, calculadoras (no olvide las pilas) también puede necesitar algo de
beber, algo dulce con azúcar para activar las neuronas, aspirinas y todo lo que
crea puede necesitar.
 

Lo que haga la noche anterior dependerá del tipo de examen que esté dando. Si
se trata de un examen final donde será evaluado todo lo aprendido en un largo
período de tiempo, lo mejor es descansar y dormir las ocho horas
correspondientes. Si es un examen que requiere básicamente de su memoria, tal
vez sea mejor usar un par de horas para repasar algunos hechos y terminologías.
 

No cambie su rutina. Intente comer, descansar y dormir en los mismos momentos
que lo haría si no tuviera el examen. No programe noches de estudio y descansos
durante el día en el período de preparación.
El resultado de esto sólo será que usted no se encontrará en condiciones de
rendir al máximo en el momento del examen. Quedarse despierto toda la noche hará
que su mente entre en un estado de conciencia algo difuso, entre dormido y
despierto.
Situación nada recomendable para el día del examen.
 

El día del examen

Intente
llegar temprano. Ser consciente que tiene tiempo de sobra le dará una sensación
de control de la situación. Al llegar evite a los grupos de personas que se
forman a la entrada y que hablan acerca de “lo que se enteraron”. No se deje
amedrentar por lo que puedan estar comentando, esas personas se encuentran tan
nerviosas como usted.

No
se levante media hora antes del examen. Aún si está cansado es preferible que
esté despierto al momento de rendir. Levántese con tiempo para despabilarse y
desayunar, incluso si no tiene hambre. Debe asegurarse de no tener hambre y de
que su cerebro reciba la suficiente cantidad de azúcar para hacer funcionar sus
neuronas.

Vístase
de forma cómoda y asegúrese de que no sufrirá frío ni calor. Recuerde que
sin importar la estación climática en que se encuentren, suele haber calefacción
o  aire acondicionado encendidos.
Debe estar preparado para abrigarse más o quitarse algunas prendas.
 

El momento del examen

 

Antes
de comenzar a escribir, lea todo el examen. Sepa de qué se trata cada punto y cómo
están divididos los temas y las secciones. Es recomendable comenzar con los
puntos en donde usted se siente más cómodo. A medida que vaya completando el
examen se sentirá más confiado y eso le permitirá completar los puntos más
difíciles.
 

Cuando se encuentre con un punto sobre el cual no tiene la menor idea, no se
quede pensando ni tratando de recordar, pase inmediatamente al punto posterior.
Este nuevo tema tal vez le dé la clave para resolver el anterior.
 

Ejerza control sobre el uso del tiempo. Úselo de forma eficiente para
aprovechar todo el tiempo sobrante en los temas que le resultan más difíciles.
 Identifique los temas que le tomará
tiempo desarrollar. Por ejemplo si existe una sección de opciones múltiples y
otra de argumentación y desarrollo, tenga en cuenta que la primera debe ser
completada con la mayor velocidad.

Si
comienza a sentir un aumento del estrés, bríndese un par de minutos para
cerrar los ojos, respirar profundamente y concentrarse sólo en su respiración.
Trate de relajar los músculos luego de contraerlos con fuerza, esto mejorará
la circulación y oxigenación de todos sus órganos.

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