Escolaridad de su hijo: cómo ocuparse pese a una agenda sobrecargada
Sugerencias para lograr un equilibrio justo entre ambas responsabilidades
Atrás quedaron los tiempos en donde los padres se podían dedicar por entero al cuidado de sus hijos, pues hoy en día, para bien y para mal, el trabajo que les insume la mayor parte del tiempo.
Así, es muy común que los niños en edad escolar sientan a menudo una carencia de cuidado, por más que estos padres hagan los imposible por congeniar sus responsabilidades laborales junto con el cuidado de sus hijos.
En esta ocasión, nos referiremos especialmente a como poder manejar mejor, en su poco tiempo disponible, todo lo relacionado con la educación formal de su hijo. Cierto es que usted no puede hacer todo, pues no es una supermujer, pero siguiendo estas sugerencias podrá lograr una apropiada atención a ambos aspectos de su vida, la laboral y la afectiva, y así lograr un sano equilibrio.
Haciéndose notar
Permita que la escuela sepa que quiere estar implicada en todo lo concerniente a su hijo. Cerciórese de que el maestro del niño y las autoridades de la escuela tengan sus números de teléfono del hogar y del trabajo, número de fax y de celular, y la dirección de correo electrónico si suele utilizarlo. Incentive al personal de la escuela a utilizarlos para mantener una comunicación fluida.
Permaneciendo en contacto
Trate de permanecer en contacto con la gente clave que interviene en la educación escolar de su hijo. Para esto, además de consultar al o los maestros del niño, trate de contactarse, por persona o por teléfono, con el director, el tutor, y otros referentes importantes.
Participando activamente
Planifique realizar participaciones. Antes de comenzar el ciclo lectivo, siéntese en su casa con su hijo, revise el calendario de la escuela y planifique que días podría llegar a concurrir a la escuela para estar junto a él. Para esto, identifique que actos se realizarán y a cuáles su hijo querría que usted asista, así como las actividades que siente que son importantes, y planifique en su agenda un tiempo para poder estar allí.
Estableciendo fluidos canales de comunicación
Con todo, debe saber que no todos los acontecimientos del ciclo lectivo se pueden planificar por adelantado, por lo que si quiere estar segura de no faltar a ninguno importante, averigüe al principio del mes (o la semana) que actividades se han agregado a la planificación escolar.
Aprovechando las actividades
Concentre en aquellas actividades que le permitirán pasar un tiempo extra junto a su hijo. Utilice los días francos para asistir como acompañante en un viaje de clases con su hijo menor, o asista a una función musical o juego deportivo en el que su hijo intervenga.
Compensando
Haga lo que pueda. Quizá su horario de trabajo no le permite dirigirse a los eventos escolares en los que le gustaría estar, pero quizás podría coordinar otras actividades extra-escolares luego del horario de clases, para compensar estas pérdidas.
Por último, jamás permita que la invada la culpa. Tal vez pueda imaginarse que las madres o padres de los compañeros de sus hijos, que permanecen en el hogar, están mucho más implicadas con las crianza de sus vástagos antes que los que usted podrá estar, pero la realidad es mucho más compleja de lo que se puede observar a simple vista…