Son muchas las personas que me escriben porque tienen problemas para la toma de
decisiones.
Y es normal, nos han educado para que no fallemos al tomar decisiones, no está
permitido cometer errores y eso nos impide avanzar si no sentimos seguridad.
No fallar nunca es imposible, y de ahí que haya tanta gente que se queda
bloqueada por el miedo cuando tiene que tomar una decisión.
Qué es tomar una decisión
2- Identificar los criterios de decisión
Ver qué aspectos son relevantes, de qué depende la decisión a tomar.
¡Ojo!, es habitual decidir de forma inconsciente desde la experiencia personal.
3 -
Definir la prioridad para atender el problema
Basado en el impacto y en la urgencia. El impacto describe la vulnerabilidad, y
la urgencia el tiempo para evitar o al menos reducir este impacto.
4 – Generar las opciones de solución
Cuantas más opciones se tengan, más probable será encontrar una que resulte
satisfactoria. Es necesaria una cuota importante de creatividad.
5 –
Evaluar las opciones
Hacemos un estudio de cada una de las posibles soluciones viendo ventajas y
desventajas, respecto a los criterios de decisión y comparando entre ellas.
6 –
Elegir la mejor opción
Aquella que según la evaluación tendrá mejores resultados, satisfará mejor el
objetivo buscado, y generará el mejor equilibrio posible entre distintas metas.
-
Después de poner en marcha la decisión
Es necesario evaluar si está teniendo el resultado esperado. Si no es así, ver
si es pronto para evaluar, o si hay que repetir el proceso de 6 pasos.
Aunque nunca podemos tener la absoluta seguridad en la toma de decisiones, no
podemos posponer o dejar de tomar una decisión por miedo al error.
Hay que aprender a desdramatizar. Si después de aplicar los 6 pasos no aciertas
a la primera, no te culpes, no te desanimes y vuelve a comenzar.
“Cada vez que tengo que tomar una decisión, lo hago y me olvido de ella.”
Harry
Truman