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El Tantra y la Guerra de los Sexos

¿Quieres saber de dónde surge este conflicto que supone la guerra de los sexos, y cómo puede ayudar el Tantra a combatirlo?.

La
“Guerra de los Sexos” se evidencia en posturas de “machismo”
y “feminismo” como polos extremos de una conducta agresiva, en ambos
sexos.

Antes
del descubrimiento de la Paternidad, o sea, antes de que los hombres tomaran
conciencia del papel que tienen en el proceso reproductivo de la especie, las
Sociedades se establecían en un orden Matriarcal, donde la Mujer era, por
excelencia, el ser que albergaba, gestaba, nutría y traía la vida. Ella era la
Gran Madre.
La Mujer es la dadora de Vida. Su misión es albergar, cuidar y proteger.

Cuando
aparece la Sociedad Patriarcal, uno de los primeros cambios, consiste en
apropiarse de la Mujer, y convertirla en posesión privada. Como su ganado.

El
hombre sabe que ella engendra su estirpe, su progenie y decide asegurarse su
papel y su función.

En la
Sociedades Matriarcales, existe un nivel mas desarrollado de la vida en
comunidad. En tanto que la sociedad patriarcal ha estimulado el desarrollo del
ego, de la individualidad, y por exceso el egoísmo.

Ahora
bien, el ego es una estructura de defensa que preserva al individuo de la fusión
indiferenciada con una conciencia colectiva. Se asume, que ese sentido del YO
SOY, se inscribe en el hemisferio derecho del cerebro (considerado Solar), en
tanto que esa sensibilidad a los estadios de conciencia colectiva o Conciencia
Universal, como suele definirse, se relaciona con el hemisferio derecho del
cerebro (que se considera lunar).

En cada
uno de nosotros (hombre y mujer) coexisten los dos elementos masculino y
femenino e interactúan complementándose mutuamente. Esta mutua correspondencia
de los dos hemisferios se puede reconocer en un mapa astrológico u horóscopo
personal por la relación que existe entre las posiciones del Sol y de la Luna.

Sabido
es, por el lado de la Sicología, que las relaciones (armónicas o disonantes)
que existen entre los padres de una criatura, determinan su actitud en el plano
de las relaciones consigo mismo y con el otro sexo.

Además, existe en la sociedad moderna una herencia cultural que produjo un
divorcio, una separación abrupta entre cuerpo y alma, producto de la religión
judeo-cristiana (de origen patriarcal) y por esta razón el cuerpo ha sido
condenado y señalado como un objeto de perdición o que es el origen del mal.

En ello
radica la importancia del amor, con su elemento fundamental del conocimiento del
otro.

Te amo
porque te conozco, y se que a través de esta relación me nutro y crezco
contigo, emocional y espiritualmente.
Al mismo tiempo que puedo tener un crecimiento de mi sensibilidad en mi cuerpo,
que me lleva a alcanzar esos estados de conciencia Universal que llamamos éxtasis
u orgasmos.

Para el
hombre es necesario reconocer que la capacidad para sentir éxtasis y placer que
posee la mujer… no tiene límite. El límite lo impone el varón según la
capacidad que tenga para demorar el acceso a su éxtasis, o la capacidad de
continuar en erección después de eyacular.





Un consejo para los hombres que aún después de la primera eyaculación logran
mantener su erección, sería que procuren abstenerse de llegar a alcanzar una
segunda eyaculación porque esto es perjudicial para la intensidad de la atracción
que debe reinar en la pareja.





Y para los hombres mayores, que no hayan practicado la acción de evitar
derramarse en todos sus actos sexuales, es conveniente mantener una regulación
de las frecuencias eyaculatorias, según la edad. Al menos, en mi caso personal
lo he aplicado con éxito.

En este
sentido, parece que la existencia de los espermatozoides en las gónadas genera
cierto tipo de actitudes, propias del sexo masculino. Que ya conocemos muy bien.





El Tantra, como arte y practica sexual, es una fuente de energía y renovación
para nuestro ser. Y el papel del hombre, su actitud, la forma de su entrega,
debe ser conducida con la sensibilidad, la delicadeza y la suavidad que permita
a la mujer reconocer en él un compañero atento, sensible y consciente de su
capacidad de amar y de sentir… sin límites!!!

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