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El origen de las supersticiones

Todos hemos caído alguna vez en la tentación de tomar los recaudos que dictan ciertas supersticiones, como no cruzar debajo de una escalera o no mirarse en un espejo roto. Sin embargo, pocos sabes cuales son los orígenes de estos mitos…



 “Nada tienes que temer, al mal tiempo, buena cara,



la Constitución te ampara, la Justicia te defiende,



la policía te guarda, el sindicato te apoya,



el sistema te resguarda, y los pajaritos cantan



y las nubes se levantan.



Cruza los dedos, toca madera,



no pases por debajo de esa escalera.



Evita el trece y al gato negro,



no te levantes con el pie izquierdo.



Y métete en el bolsillo, envuelta en tu carta astral,



una pata de conejo por si se quiebra un espejo



o se derrama la sal.



Vigila el horóscopo y el biorritmo,



ni se te ocurra vestirte de amarillo…”

 Como bien decía el “Nono”
Serrat en sus canciones, en estos tiempos nunca está de más tomar ciertas
precauciones… Por eso, todos sabemos que no debemos mirarnos en un espejo roto,
jamás pasar por debajo de una escalera, no abrir un paraguas dentro de una casa,
alejarnos de los gatos negros, y no dar nunca la sal en manos de otras personas,
sino dejarlas sobre la mesa, y que el otro la tome…

 Probablemente, existan
tantas supersticiones como gente para creerles o difundirlas. ¿Pero… de dónde
provienen todas ellas? La existe una única respuesta a esta pregunta, ya que la
misma varía a partir de una superstición a otra.

 Aquí le contamos el
origen de algunas de las supersticiones más comunes. Si bien usted pudo haber
crecido oyendo hablar o quizás incluso creyendo y practicando estas
supersticiones, podría igualmente no saber como se originaron, y podría estar
interesado en saber cual es la verdadera raíz de las mismas.

 ¿Un espejo roto? ¡Cierre los ojos!

 Se dice que mirarse en un
espejo roto trae siete años de mala suerte. Esto nos remonta a un tiempo en que
se creía que nuestro reflejo era una representación de nuestras almas. Entonces,
si dañábamos el reflejo, también dañamos nuestra alma.


 La sal, solo en la mesa



 
En cualquier fiesta, le
habrán pedido (o lo habrá hecho usted mismo) que apoye el salero en la mesa
antes de pasarlo de mano. Este rito tiene origen en los tiempos en que la sal
era considerada la moneda de pago (de allí proviene la palabra “salario”). Como
era muy valiosa, si se derramaba podía ser un gran percance. ¿Y que sucedía si
se derramaba cuando una persona se la entregaba a otra en la mano? ¡Que ambas
echaban la culpa al otro! Por eso, para evitar estas disputas, se comenzó a
apoyar sobre una mesa, de modo que cada uno se haga responsable por su propia
manipulación.

 También se supone que
lanzando algo de la sal derramada hacia el hombro izquierdo, se puede invertir
la mala suerte. La razón por que la gente también hacía esto en el pasado, era
porque se creía que un espíritu malvado estaba parado detrás de las personas, en
su izquierda. ¡Si se lanzaba sal sobre el hombro izquierdo, está entraría en sus
ojos y lo asustaría!

 Madera para la buena suerte…

 Si alguien se jacta de
tener ciertas buenas noticias, se supone que debe tocar  madera para que no se
modifique la buena suerte. Se dice que tocar madera evita el castigo por
jactarse de las buenas noticias. Sucede que en el pasado, la gente creía los
espíritus malvados se pondrían celosos si la buena fortuna era para personas que
no fueran precisamente ellos, y por lo tanto intentarían boicotear esa buena
suerte. Sin embargo, se creía también que los espíritus malvados se asustaban
con los ruidos fuertes y constantes, por lo que si se golpeaba una madera tres
veces, se alejarían y no podrían oír a una persona hablar de su buena suerte.

 ¡Cuidado con el gato!

 Existen muchos tipos de
supersticiones sobre los gatos. Por ejemplo, nunca deje que un gato negro se
cruce en su trayectoria, soñar con gatos significa traición, si un gato mira
fijamente hacia fuera de la ventana es por que va a llover. Y por supuesto, un
gato tiene siete vidas. Se cree que las supersticiones correspondientes a los
gatos comenzaron en el Egipto antiguo, en donde los gatos eran considerados
sagrados, y matar a uno de ellos, era un sacrilegio.

 Con respecto a los gatos
negros, se piensa que las supersticiones asociadas a ellos comenzaron en la edad
media, donde los mismos eran asociados con las brujas, ya que muchas mujeres que
se dedicaban a la brujería adoptaban más de un gato negro como animal doméstico,
o bien otras que adoptaban gatos negros eran consideradas brujas…. Esto condujo
a muchas diferentes rumores, incluyendo que el gato que se cruzaba podía luego
cambiar de forma y ayudar a la bruja a realizar sus brujerías contra la persona
en cuestión.

 ¡Salud!

 Si una persona estornuda,
se supone que los demás deben decirle ¡salud! Esta práctica proviene de las
épocas romanas, en donde la gente creía que cuando estornudaba podría llegar a
lanzar su alma al mundo. De esta forma, se pensaba que si alguien quería
mantener su alma, el ofrecimiento de una bendición era una manera de ayudar a
lograrlo, por lo que se afirmaba que “Dios le bendiga”. Cuando llegó la plaga de
la Muerte Negra alrededor de 1348, el estornudo se convirtió en un signo de
enfermedad e infección. Como esto quería decir que la persona podría llegar a
morir, se reemplazo la anterior bendición por un pedido de “salud”.

 Lo cierto es que las
supersticiones han tenido un alcance impresionante, y se pueden encontrar varias
de ellas rodeando a casi cualquier cosa en la que se puede pensar, por lo que
sería imposible hacer una lista completa de ellas. 

Mucha gente las toma al
pie de la letra, considerándolas totalmente verdades, e incluso puede basar sus
vidas enteras alrededor de ellas. Mientras, otros piensan que son solo viejos
cuentos totalmente absurdos y sin sentidos.

 Pero en cualquiera de los
casos, la historia se sus origines es realmente muy interesante, y, aún el más
escéptico, sin dudas podrá lucirse con esta información en varias reuniones o
fiestas. Pero no se olvide cruzar sus dedos para lograr recordarlas…