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El líder y la motivación

“Yo no tengo problemas de desmotivación entre mis colaboradores”. ¿Está seguro… ??

Es
muy común escuchar esta frase en dirigentes de empresa, pero cuando se toma
contacto con los empleados, la situación real suele ser otra.
Los gerentes están frecuentemente sometidos a grandes presiones entre los
objetivos de la empresa y las características de sus colaboradores.
Suelen estar preocupados por el cortoplacismo que les imponen los negocios (y a
veces el país), y por este motivo prestan la atención necesaria a temas como
el que tratamos hoy, aún reconociendo que influye directamente en su más
valioso complemento: su personal.
Nos queda claro a todos que con un grupo desmotivado es muy difícil trabajar, y
los resultados finales son infinitamente opuestos a los de un grupo con la moral
alta


La motivación es un motor que se pone
en movimiento con estímulo

Es
cierto que es algo interno, que parte de cada individuo y que no se le puede
decir a una persona “Ud. a partir del lunes deberá venir motivado”;
también depende del entorno que los directivos hayan logrado en su área o
empresa y sobre todo, de la atención que le hayan prestado al tema.

La motivación del personal hacia los objetivos de
la empresa es fundamental para alcanzar el éxito.


Cuando
el personal trabaja desmotivado, lo manifiesta de diferentes formas, una de
ellas es que no tiene deseos de concurrir a su lugar de trabajo.
En estas condiciones su rendimiento será deficiente, generando él mismo más
desmotivación en el grupo.
Esto suele convertirse en un círculo vicioso parecido a este:
Si no se revierte esta situación, inevitablemente el grupo será afectado y en
estas condiciones, ningún directivo alcanzará sus metas.

Si Ud. Coincide con lo que sostiene la frase inicial de esta nota, le sugiero
que conteste las siguientes preguntas muy sinceramente:

¿Están mis colaboradores bien informados de cuanto sucede en
la empresa, y acostumbro a reunirme con ellos periódicamente? (COMUNICACIÓN)
¿Tienen la posibilidad de tomar decisiones? (DELEGACIÓN)
¿Son escuchadas sus opiniones referentes al trabajo en sí o sobre otro temas?
(PERTENENCIA)
¿Los he llamado para comentarles en que tareas se destacan? (RECONOCIMIENTO)
¿Tengo la capacidad suficiente para reconocer que he cometido un error? (AUTOCRITICA)


Si
pudo contestar afirmativamente a cada una de estas preguntas, sus colaboradores
reciben casi todo lo necesario para estar motivados.
Si no es así, sería conveniente una revisión sobre lo actuado, y el
desarrollo de un plan de acción para poner ya mismo en marcha, orientado a
elevar la moral de su grupo.


Para implementar la solución
de un problema, primero hay que reconocer la existencia del mismo.

El
verdadero líder motiva creando una visión y facilitando los medios para
alcanzarla, Son los gerentes, con sus potencialidades s y con amplio poder de
decisión, los que pueden hacer mucho por el aumento de calidad de vida de su
grupo de trabajo, y como consecuencia por la productividad de su empresa.