El envejecimiento implica una pérdida de la densidad de las mucosas. Los labios se deshidratan, reducen su grosor y se resecan, lo que provoca una apariencia de envejecimiento en la cara.  

Los labios están altamente vascularizados y tienen una gran movilidad. La acción enzimática (hialuronidasas) junto con la acción mecánica incrementa el deterioro del ácido hialurónico en las mucosas.  

De por si, la presencia del ácido hialurónico es menor en los labios que en los surcos nasogenianos o que en las mejillas, por ejemplo. 

El deterioro de la imagen de los labios repercute fuertemente en la apariencia total del rostro. Para lucir joven es vital tener una boca joven. 

¿Por qué es importante una formulación específica para labios? 

Porque la fisiología de los labios es diferente a la de la piel. Están muy vascularizados y móviles y se degradan principalmente debido a los radicales libres pero también a los shocks térmicos y a los malestares mécanicos. 

En cualquier tratamiento, la clave para lograr un efecto exitoso es la discreción y el respeto por las proporciones. Es por ello que productos como SURGILIPS (Acido Hialurónico) de Laboratorios Corneal/Sidus están especialmente formulado para eso, pues son más resistentes a los fenómenos específicos de degradación de los labios y se adaptan mejor a los movimientos de la boca. 

Sobre el ácido hialurónico 

El ácido hialurónico (AcHa) es una molécula presente en el cuerpo y la piel es su principal reservorio. Su acción asegura una hidratación completa y optimiza la organización colagénica de la dermis. 

El ácido Hilaurónico se degrada por acción de las hialuronidasas a través de la liberación de N-acetil-glucosamina. La degradación provoca que el ácido hialurónico deje de cumplir sus  funciones hidratantes y reestructurantes, por lo tanto la dermis se deshidrata y se reduce con la consiguiente aparición de los pliegues y luego de las arrugas. 

La degradación se reduce notablemente gracias con recursos como la MATRIZ 3D de SURGILIPS, que le confiere una garantía única de permanencia superior. 

Para aumentar la permanencia del AcHa en los tejidos es necesaria su reticulación. Esto no es una simple reacción química, hay que tener en cuenta otros factores: la selección del ácido hialurónico, del reticulante y del proceso de reticulación.  

Todos los reticulantes poseen una cierta toxicidad para el cuerpo humano dependiendo de la dosis. El BDDE (butanodiol-diglicil eter) el más tolerado. 

El proceso de reticulación más eficaz es aquel en el que se mantienen todos los enlaces, como en la MATRIZ 3D de laboratorios Corneal. Este producto es resultado de la fermentación bacteriana (y  no de origen animal). 

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