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El cuidado del pie en el diabético

Hay muchos aspectos que se pueden tener en cuenta para preservar los pies en la mejor forma posible.

Si
usted tiene diabetes debe controlar muy bien su enfermedad para evitar las
complicaciones de la misma, entre los órganos que requieren un cuidado especial
se encuentra el pie que es el tema que vamos a desarrollar en este articulo,
pero antes de ir directamente a ese tema me gustaría dejarle en claro algunos
puntos que requieren su evaluación periódica:

1- Diabetólogo o médico clínico de cabecera.

2- Oftalmólogo (una vez al año)

3- Nefrólogo (una vez al año)

4- Nutricionista (una vez al año)

Los
pies requieren mucho cuidado

1- CALZADO:
los zapatos nuevos o mal adaptados, estrechos o puntiagudos, con clavos
o saliencias internas que presionen contra su pie o, muy abiertos que permiten
que objetos extraños ingresen al mismo; pueden producir heridas, raspados o callosidades que van dejando lugar al
desarrollo de ulceras o lesiones que tienen un gran riesgo. Consejo:
utilizar calzado adecuado, cómodo y en lo posible cerrado, también se aconseja
utilizar medias de algodón porque absorben la transpiración.

2- CALLOSIDADES:
o queratosis como se dice en lenguaje médico, se forman a nivel de los
puntos de apoyo provocando la aparición de engrosamientos en la planta del pie
y en las articulaciones, este engrosamiento es responsable del desarrollo de fisuras que pueden contaminarse e
infectarse; en una persona sin patología estas lesiones causan dolor y entonces
las trata, pero en el paciente diabético no se produce dolor y la persona no se
da cuenta de esta lesión, así el tiempo pasa y esta infección puede
desarrollar un cuadro más importante. Consejo: revisar periódicamente el
pie (una vez cada 15 días mínimo) y en caso de observar callosidades buscar la
causa y concurrir al médico para evaluar su tratamiento conjuntamente con el
podólogo.

3- UÑAS:
las uñas gruesas que suelen tener los pies de los pacientes diabéticos son difíciles
de cortar y al hacerlo con dificultad se suelen dejar puntas filosas o bordes que pueden lastimar los dedos adyacentes, otra posibilidad es que
lastimemos el dedo con la tijera.

Entonces un consejo útil es remojar los
pies un rato en agua tibia y limar las uñas con limas gruesas, no utilizar
elementos cortantes para cortar las uñas.

4- HONGOS
INTERDIGITALES:
las micosis que se desarrollan en los pliegues interdigitales, que suelen ser muy molestas pueden pasar
desapercibidas en los diabéticos y al macerar los tejidos abren una puerta de
entrada para la infección.

Consejo: durante la revisación periódica de los
pies, abrir los dedos entre sí y observar los pliegues, en caso de encontrar
fisuras, grietas o zonas enrojecidas utilizar algún talco antimicótico y
seguir observando cuidadosamente esta lesión hasta su curación.

5- CUERPOS
EXTRAÑOS:
éstos pueden estar dentro del zapato y generar presiones
en determinadas zonas de la planta molestando a una persona normal que procede a
su eliminación, pero en el caso del diabético que no siente esta molestia puede por el roce y la presión sostenida generar
lastimaduras que se infectan fácilmente. Consejo: Antes de colocar los
zapatos debemos simplemente sacudirlos boca abajo para dejar caer todo objeto
extraño que pueda haber entrado al mismo.

6- QUEMADURAS:
es importante saber que el pie del diabético no tiene la misma sensibilidad que
uno normal al calor, entonces si no chequeo el agua de la bañera o de la
palangana con las manos, puedo ocasionar quemaduras que originaran infección.

También hay que tener especial cuidado con las brasas, chimeneas, etc. Consejo:
tener especial cuidado de control con las manos el agua con que lavare los pies.

7- SUCIEDAD:
es importante entonces lavar los pies con frecuencia (varias veces en la semana)
y al hacerlo tener la precaución de abrir bien los pliegues interdigitales para
lavar entre ellos, luego enjuagar con abundante agua tibia y secar con mucho
esmero y dedicación, sin raspar ni enrojecer la piel, simplemente con la toalla
pasando varias veces por la misma zona.

Una vez terminado esto es conveniente antes de colocar talco entre los dedos, aprovechar la oportunidad para
observar cuidadosamente el pie y concurrir a su médico de cabecera al menor
indicio de lesión.

El
pie del diabético es una complicación muy frecuente que en muchos casos lleva al paciente a la amputación del
mismo, por esta razón insistimos con el cuidado de los pies, próximamente
iremos desarrollando otros temas relacionados con la diabetes.