Cómo mejorar tu puntaje de crédito
Cuando mejoras tu puntaje de
crédito se
incrementan las ventajas disponibles para ti en el mundo real.
Las personas con un puntaje de crédito alto, con frecuencia, acceden a tasas más
bajas, consiguen crédito con mayor facilidad, sus depósitos anticipados en
efectivo son menores, y reciben un tratamiento potencialmente favorable a la
hora de alquilar un departamento e, incluso, conseguir un empleo.
A continuación, en sólo cuatro pasos la manera de mejorar tu puntaje de crédito y disfrutar de los beneficios.
Obtén tu reporte de crédito
Conseguir tu reporte de crédito no va a
mejorar tu puntaje, pero será un punto de partida que te ubicará en la posición
de poder controlar tu crédito.
Una vez que tengas el reporte
de crédito en mano, deberás revisarlo en busca de errores o datos inexactos.
Muchas personas descubren que algunos datos no son reportados en forma adecuada
o que falta información acerca de determinados incidentes.
Cuando tienes tu reporte en mano, es posible disputar cualquier información
inadecuada y, al mismo tiempo, revisar tus cuentas existentes para ver qué
puedes abordar primero.
Asimismo, puedes tener una idea del número de solicitudes que ha recibido tu
reporte, ya sea que se hayan dado con o sin tu conocimiento.
Una vez que tengas esta primera imagen de tu situación, estarás mejor equipado
para mejorar tu puntaje de crédito y tener mejores perspectivas financieras.
Prioriza tu presupuesto
Típicamente, las personas con
mejores puntajes saben dónde gastan su dinero, cuánto deben, y cuánto tienen en
el banco.
Asimismo, ocurre que muchos de nosotros nos encontramos en problemas financieros
y cuando se nos pregunta “cómo llegamos a esta situación”, con frecuencia
respondemos automáticamente “no lo sé”. Pues bien, vamos a trabajar sobre
nuestro presupuesto.
Busca los resúmenes de tu tarjeta de crédito e identifica exactamente en qué estás gastando tu dinero. Con una exhaustiva revisión de tus gastos, podrías descubrir esos aranceles escondidos que pueden eliminarse, esos cargos recurrentes que puedes cancelar (posiblemente no tengas idea de cómo llegan ahí en primer lugar), y, de esta manera, podrás armar un perfil completo de tus hábitos de consumo.
Una vez que sepas exactamente dónde estás parado, te encontrarás en una posición más fuerte para recortar ciertos gastos, priorizar cancelaciones de deudas (basándote en las tasas de interés), y comenzar a ahorrar algo de dinero (que es el punto crítico que viene a continuación).
Cancela tus deudas
Tal vez suene como un cliché,
pero cancelar tus deudas o pagarlas en término son las únicas maneras de mejorar
tu puntaje de crédito.
La fórmula que se usa para calcular el puntaje es compleja, pero simplemente
manteniéndote apegado a las bases lograrás mejorar e incluso tener un buen
puntaje.
Cancelar tus deudas —no postergarlas— puede servirte de varias maneras: además
de ser un camino hacia la libertad financiera, te pone a las puertas de una
mayor disponibilidad de créditos (lo que se refleja positivamente en tu
puntaje).
Esto quiere decir que si has utilizado únicamente un 10% de tu crédito
disponible contra el 90% de tus líneas de crédito, tu puntaje en inflará con
fuerza.
Por otra parte, estar sobre el
límite de tus posibilidades de crédito es una de las peores cosas que puedes
hacer por tu puntaje, y esto suele venir acompañado de una marejada de aranceles
por parte del emisor.
A la hora de pagar tus deudas, es fundamental hacerlo a tiempo. Mientras más
largo sea tu historial de pagos en término, mayor será tu puntaje.
Esta consistencia, al mismo tiempo, comenzará a diluir el impacto de las
antiguas notas sobre pagos fuera de término.
Para una mejora rápida
—supongamos que sabes que pronto estarás solicitando un gran préstamo—, paga en
término tantas deudas como puedas.
Puede parecer un poco superficial, pero cuando el prestamista vaya a tu reporte,
verá una tasa de utilización de deuda más baja.
Mantén las viejas cuentas abiertas y activas, y no abras nuevas
Una revisión de tu
reporte de crédito
podría mostrar que tienes unas cuantas cuentas abiertas sin actividad, de cuya
existencia no estabas al tanto.
Tu primera reacción podría ser cerrarlas en un esfuerzo de limpiar las cosas y
dejar el pasado atrás... ¡No lo hagas!
Cuando cierras tus cuentas, reduces tu límite de crédito general disponible (la
suma de todos tus límites abiertos). Esto incrementa tu tasa de utilización de
deuda y, en consecuencia, baja tu puntaje de crédito.
Evita esta situación manteniendo las cuentas y usándolas —sí, te estamos
recomendando que las uses—.
Desde luego, esto no quiere decir que hagas un zafarrancho de gastos
incontrolados, pero si estás usando una única tarjeta de crédito y llegas cerca
del máximo todos los meses, busca esparcir la carga en diferentes tarjetas.
Es mejor para tu puntaje de crédito si tu deuda se encuentra desparramada en
múltiples cuentas que concentrada en una sola.
Además, podrías beneficiarte del hecho de tener pagos hechos en varios momentos
del mes (lo que es beneficioso para el cash flow) y descubrir que algunas
tarjetas pueden ser mejores para determinadas compras.
Por ejemplo, si obtienes una devolución de un 2% en una cena en un restaurante
con determinada tarjeta, lo mejor es que uses esa tarjeta cuando vayas a comer
en lugar de usar la que te ofrece un descuento del 1% en todas tus compras.
Finalmente, no abras nuevas
cuentas a no ser que estés seguro de que va a aprobarte. Las consultas a tu
reporte de crédito reducen tu puntaje, y obtener un crédito extra puede
encaminarte hacia un sendero en el que es fácil incrementar tu carga general de
deudas, y esto, para tu puntaje de crédito, es algo por altamente perjudicial.