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Desnudo de mujer

Para Agustín Torres, que lo disfrutó

 

La historia irreal de lo
breve

me pretendo siempre contar

hasta que lo permita la
ilusión

y los deseos no prohíban

quedarse a la espera

de alguien que traiga

por fin, las nueces

o las cáscaras de las
nueces

que aunque me es igual, no
es lo mismo

He saltado de la cama al
sueño

Destruyéndome en tu ropa

caminando del seno a la
casa

de tu vientre al viento

Nunca de otro modo

En cualquiera de las
formas

siempre quedará tu forma

Piedra de camino

Niño en el espejo

me he vestido en lo neutro

sólido gris

y negro de mal agüero

Con mal gusto

arrojando lo peor a la
cara de todos

Donde vives

Vives en lugares que nunca
me han querido

Cantas alabanzas a los
nuevos dioses

Tu cuerpo me aleja de los
otros

Que no quiera verte en
todas partes

Que por fin exista el
duende que me saque

Qué pasará

Sin nosotros

quedará tal vez el libro

para que se nos conjugue

en el nunca de una vez por
todas

Las pruebas de lo insólito
serán el testimonio

Al capricho de cada cual
la letra, la página sin pulir

De cualquiera

será entonces ya la mujer

El hombre de la época la
vestirá a su gusto

A los protagonistas se les
encargará la trama

la música, el estrépito
de los aplausos

Se iniciará todo con la
descarga de las luces

el intenso trapecio
sostendrá

la cortina que arde y no
quema

el tremendismo del
mediocre

Sus tintas medias

El camino

Las luces de la caravana
marchan al norte

las gentes no, nunca han
tenido una ruta

El lugar en el destino es
siempre ambiguo

El sitio en la historia
para los grandes

Tomo prestado el derecho a
nombrar y bautizar

o llamar cada cosa por su
nombre

aunque la respuesta

incierta siempre, me
aterre

De cualquier modo

Que todo llegue desde
todos

que el ansia por mujer

nunca más sea objeto
negociable

pieza de trueque, excusa
de poema

De un modo cualquiera

Espero verte en los nuevos
días

me sorprenderé al
encontrarte en estos papeles

siempre aproximada,
imprecisa

Me obligaré a buscar, a
hurgar

por si al final de la
vida, queda la vida misma

A cada día entraré esperándome

dándome la espalda,
comenzándolo

todo de nuevo, repitiéndome
otra vez

encontrando las mismas
galas

El perro que me sigue a
todas partes

Que nadie se adueñe

Cambiando de camisa cambio
de mí

cambiando de mujer no
cambio de ti

El comercio con los
recuerdos

regala un ansia

un asombro

un deseo

y la sonora despedida

Yo tuyo

tú muy de todos,

mi amor

Definitivamente, mi amiga

los harapos no cambian
nada

SARAH

Saldrá sin
saber
señora
Sin sabor, sagrada
Saldrá sin sentir

Santa seda, suave
Suya siempre, sola – se sabe
Señorial, súbita
sobre su sino
Su sonrisa sanando su soledad

Sin ser sacado, señora
Saldrá su sufrir

CUANDO YA NADIE

Madriguera

donde la
antigua grieta lastima

Acumula
lluvia

nos esconde
el musgo

Las plantas
trepan

Somos
paredes

a las que
este viento antiguo

viene a
tocar

Trae más de
un secreto

porque sus
olores nos reconocen

Llegas

de cualquier
parte

y te pones a
esperar

A la orilla
del camino

tú te
sientas a pasar

Y pasan

y contigo

aromas que
vuelven a llevar

lo que queda
del cortejo

los abuelos

el juguete
deseado

la mujer que
no se olvida

la sombra
breve

en el muro
derrumbado

el aliento
novio

en el cuerpo
que se escurre

lo cierto

lo tanto de
tus maneras

lo casi
divino

En el mucho
invocar

perduran tú
y tu misterio

donde quedan

al extremo
novio del camino

viajando
eternamente

por tu
aliento en cortejo

cuando ya

nadie ni
nada te anima a pasar

SIEMPRE TE VEO

a
Bertica, que lo aplaudió

Te vi en el jardín con la
estatua

aferrada al hombre en su
roca

Te vi una tarde cualquiera

encontrando el oro en la
hierba

Te vi tendida

sobre el hombre inmutable

entre piedra y hierba
buscando

el destello de un oro sin
nombre

retoñando con un tesoro
robado

ESBOZO EN GRATITUD

Pagaré tributo a quien da
versos

palabras por remedio del
mal

sal por música, terreno y
la gratitud

del esfuerzo en la semilla

Obra de esperanza en el
fruto

cuando se disuelve la
jornada

en el barco y el puerto
queda cautivo

Deseado, refugio de sueños

Lo que asoma añora,
saluda

sacudiéndote con premura,
breve

al encuentro del día,
guerra que

cada siempre debes ganar

Amanecerá donde la carga
se tira

se tritura la angustia,
prohibiendo

el lamento por lo que jamás
se pierde

Si lo tenido se
multiplica, lo que nunca

existió no merece lágrimas

Entonces,

al ojo serio de la noche,
ciégalo con tu risa