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Currículo ganador: ¿qué poner en los periodos de desempleo?

Haz que tu currículo sobreviva a los largos períodos de desempleo. Técnicas para llenar esos espacios en blanco en tu historia laboral

Todo profesional debería tener un currículum siempre listo y actualizado en caso de que el trabajo de sus sueños viniera a golpear su puerta. Un buen currículum puede ser un disparador para tu carrera, a la vez que para la mayoría de las empresas e industrias es un requisito indispensable. 

Cuando comienzas a ver a tu currículo como la herramienta poderosa que es, los resultados pueden ser sorprendentes. Idealmente, tu currículum debería proyectar tu imagen profesional, reflejar tus cualidades únicas y tus logros, debe ser fácil de entender, y —lo más importante— debe consolidarte como el mejor candidato para el empleo. 

Aunque tengas una historia laboral impecable, a menudo existen circunstancias imprevistas que pueden conducir a la acumulación de puntos vacíos en tu currículo. Un intervalo de desempleo puede generar temor y tensión a la hora de buscar un trabajo. 

¿Qué puede hacerse para impedir que este período vacío acabe con tus posibilidades de hacerte con el trabajo? En otras palabras, ¿qué puedes poner en tu currículum que sea relevante a tu perfil profesional aunque no esté relacionado a tu historia laboral?   

Para responder a estas preguntas, primero haremos otra pregunta: ¿Has tenido o acumulado experiencias o logros que te han definido como persona? A continuación, una breve guía para ayudarte a saltar esos “espacios en blanco” en tu currículo. 

El foco en el profesional


 

  • Trabajo voluntario

Tu participación en obras de caridad puede demostrar que eres un individuo responsable desde el punto de vista social. El término “responsabilidad social” ha adquirido una gran importancia, de modo que tu experiencia en voluntariado puede ponerte por sobre otros candidatos.

Tus actividades extracurriculares dicen mucho acerca de tu compromiso social y de tu habilidad de trabajar con otras personas. Incorpora tu experiencia en voluntariado en la sección de experiencia laboral en tu currículo. Y si te preguntan, di que ésas han sido experiencias voluntarias.

No hay fraude en poner tu trabajo voluntario en la parte de experiencia laboral ya que, después de todo, justamente se trata de experiencia.

Desde luego, esto se aplica únicamente a trabajos voluntarios relacionados a tu actividad —es decir, no será conveniente que coloques como experiencia que sabes preparar una exquisita sopa cuando buscas un empleo de oficina—. 

  • Afiliaciones profesionales o membresías

Incluye únicamente aquellas afiliaciones o membresías que estén vigentes, que sean relevantes, y que tengan la capacidad de impresionar a tu posible empleador. Incluye los roles de liderazgo, cuando sea apropiado.

Esta es una buena sección para comunicar tu estado como miembro de una minoría que merece una consideración especial por parte de los empleadores o para mostrar tu membresía en una asociación que aumente tu atractivo como candidato. Al mismo tiempo, es una forma excelente de mostrar tu red de contactos con otros profesionales. 

  • Proyectos y trabajo contractual

Considera las funciones contractuales, los emprendimientos, e incluso el trabajo temporario como herramientas para encontrar tu empleo soñado.

Estas experiencias son formas excelentes de mantenerte actualizado en cuanto a los cambios en la industria. En consecuencia, mantente abierto a aceptar asignaciones o tareas, incluso cuando éstas no sean muy bien pagas.
Por ejemplo, escribir un reporte por encargo o trabajar bajo modalidad free lance como redactor para una agencia de publicidad puede ser útil para tu currículum. Si ha aparecido en alguna revista un artículo de tu autoría, esto podría servirte para aparecer como un experto en el campo de tu profesión.
 

  • Educación y otros conocimientos

Enumera tus calificaciones educacionales: estudios de grado primero, seguidos por certificados y cursos avanzados. Ubica los estudios de grado en forma apartada, de modo que puedan verse fácilmente.

Coloca en letra negrita todo aquello que resulta más impresionante. En cuanto a los estudios básicos, lo único que necesitas listar son los secundarios, y/o cualquier distinción o premio que hayas recibido (a menos que todavía te encuentres en el colegio o recién te hayas graduado). Asimismo, cita cualquier pasantía realizada si crees que esto sumará a tus calificaciones. 

Si no has terminado el secundario, comienza con una frase describiendo el campo de tus estudios, seguida por la institución y las fechas. Incluye los cursos de entrenamiento que hayas realizado, pero sé selectivo con la información: resume los datos e incluye aquellos que más impresionarán al lector del currículo.

Otros encabezamientos pueden ser: “Educación y Entrenamiento”, “Educación y Licencias”, “Educación Legal/Educación Universitaria”.

En lugar de poner en letras negritas lo más importante, omite todo aquello que resulte secundario o superfluo. La lista de las calificaciones educacionales no tiene por qué ser demasiado extensa. Por el contrario, mientras más concisa sea mejor. 

  • Premios académicos y profesionales

Si has recibido premios, entonces esta sección es casi una obligación. Si tus únicos reconocimientos fueron conseguidos durante el período de enseñanza media, entonces ubícalos bajo la sección de “Educación”.

Menciona el por qué del premio, o simplemente deja en claro que éste te fue otorgado por “un logro sobresaliente” o por “un rendimiento fuera de lo común”. Si has recibido honores en cursos de grado o posgrado, puedes mencionarlos bajo el título de “Premios y Honores”. 

El foco en la experiencia personal

  • Viajar al exterior

Tal vez elijas viajar durante tu período de desocupación… Y si ubicas tus viajes en forma estratégica, en una de esas podrías demostrar cómo te han ayudado a madurar como individuo. Los viajes limpian la mente, tocan el alma, y puedes estimular tus sentimientos creativos.

Los viajes pueden traducirse en nuevos amigos y en un reencuentro contigo mismo. En consecuencia, podrías enfocarte en cómo los viajes te hay ayudado a refinarte como persona, añadiendo características favorables, aptitudes mejoradas, y una comprensión más madura a tu lista de activos.

Y, desde luego, te mueres por poner todas estas aptitudes al servicio de un nuevo empleador. Si has visitado otros países, podrías haber ganado grandes conocimientos de otras culturas y también comprensión básica de otros idiomas.

Asimismo, tus experiencias alrededor del mundo pueden ser útiles en esta era de globalización y comercio internacional. Viajar solo es una forma rápida y sencilla de crecer independientemente, y te dará tiempo de pensar y reevaluar tus objetivos profesionales. 

Ofrece algo valioso

El tiempo que pasado lejos del mundo profesional puede haberte ayudado a rejuvenecer y a pasar mayor cantidad de tiempo con tu familia, pero si lo vemos desde el punto de vista del empleador: ¿qué puede ganar él de todo esto? Pon énfasis en tus logros y ayúdale a comprender tu valor. 

La vida nos depara muchas sorpresas y de seguro no todo saldrá según lo planeado. Un cambio en las condiciones económicas del país, la consecuencia de una enfermedad, un divorcio, el nacimiento de un hijo, y de cualquier otra cosa que pueda ocasionar un cimbronazo, puede mantenerte alejado de la actividad laboral durante un largo período de tiempo.

Es importante mantenerte en positivo y permitir que tus potenciales empleadores sepan que has utilizado este período para rejuvenecer y estás listo para volver al trabajo, con mayor pasión, convicción y compromiso que nunca antes.

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