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Convirtiéndose en su propia manicura

¿Quién dijo que para tener uñas bellas y delicadas, es necesario gastar dinero y tiempo en un salón de belleza? Mediante estas sencillas sugerencias, usted podrá convertirse en su propia manicura…

A todas nos gustaría
concurrir seguido a una manicura profesional, con el fin de obtener las mejores
uñas, pero muchas veces el presupuesto, o el tiempo, no alcanza para darse este
pequeño lujo. Sin embargo, muchas personas no se dan cuenta de que la manicuría
no es ninguna ciencia, y que de hecho es una tarea verdaderamente sencilla.

 Pero además, la práctica
de manicuría es también una maravillosa y sencilla forma de relajarse, por lo
que podría agregar a su realización, los beneficios que brinda una  terapia de
relajación.

 Por eso, le proponemos
algunas sencillas instrucciones para hacer sus uñas mucho más atractivas. Sólo
debe seguir estas sugerencias y en poco tiempo tendrá las uñas soñadas, sin
necesidad de gastar dinero o tiempo de viaje hacia un salón de belleza. Incluso,
una vez que lo haya hecho un par de veces, podría empezar a ganar algún dinero
prestando estos servicios.


 Siendo su propia manicura

 En primer lugar, debe
contar con los elementos más comunes que suele necesitar una manicura, que son
un área amplia e informal, unas tijeras pequeñas, una lima de uñas, unos aceites
para dedos y uñas, un recipiente con agua tibia o caliente, un secador de
cabello, y un esmalte para uñas.

 Luego, debe encontrar un
lugar cómodo para sentarse. Se supone que tanto la manicura como su paciente
deben estar bien relajándose, por lo que se debería contar también con algunas
almohadas y música suave. Asegúrese también que el área elegida sea bien amplia
y cómoda, para que pueda trabajar tranquila, y pueda ver los progresos de sus
acciones.

 Trate de evitar estar
cerca de cualquier material que pueda desprender pelusas, ya que mientras
trabaja, estas pelusas podrían atascarse en el esmalte para las uñas.


 Comenzando la puesta en práctica

 Luego, saque todo el
viejo esmalte de uñas de sus dedos con una pelotita de algodón, (que puede estar
embebida con alcohol), y después lávese las manos bien a fondo. Limpie toda la
tierra que se pueda encontrar bajo las uñas, con un escarbadientes o un
limpiador de uñas. Ahora, estará lista para comenzar.

 Comience a limar sus uñas
suavemente. Asegúrese de hacerlo hacia una sola dirección, ya que hacerlo hacia
ambas direcciones, podría causar que las puntas de las uñas se rompan y queden
desparejas.

 Tenga cuidado de no limar
las uñas muy cerca de la piel o de los huesos. Frene cuando los bordes estén
lisos y bien cercanos a la piel de dedos. El acto de limar puede tomar algún
tiempo, pero no se preocupa. Disfrute la sensación que experimenta en sus dedos.


 
Ahora, será tiempo de
tomar su aceite de uñas, para esparcirlo suavemente sobre la superficie de cada
uña. No lo haga presionando demasiado fuertemente, ya que el propósito del
aceite de uñas, deberá ser simplemente ablandar y suavizar la cutícula antes que
se aplique el esmalte para las uñas.

 Hunda las manos en un
tazón de agua caliente que haya preparado, después que cada uña haya sido
suavemente frotada con aceite. Seque completamente las manos con una toalla, y
frote el aceite nuevamente en ellas.

 Luego, eche un vistazo a
los bordes de sus uñas, focalizándose justo en la parte en que las mismas se
juntan con los bordes de los dedos. Allí se encuentra un pequeño y limpio borde
que conecta la piel del dedo a la uña. Presione suavemente estos pedazos de piel
con la punta de su lima, o córtelas con un alicate pequeño, para quitarla de los
dedos. Cuándo haya terminado con esto, coloque las manos bajo un ventilador o un
secador de cabello, hasta que las mismas estén, nuevamente, completamente secas.

 La acción de pintar las
uñas es probablemente la parte más complicada del trabajo de una manicura.
Existen muchas diferentes clases de capas que pueden ser aplicadas a las uñas
para darles el efecto buscado. 

Muchas manicuras
comienzan lejos con una base de relleno, o con una base de esmalte del color que
se elegirá. Este esmalte es generalmente muy espeso, y toma algún tiempo en
secarse, pero una vez que estas bases se hallan secado, ya se podrá aplica color
a las uñas.

 Para esto, lo mejor será
realizar las pinceladas desde la cima de la uña hacia abajo, en dirección a la
punta del dedo. Cuanto más ligeras sean las pinceladas, más precisa quedará la
pintura.

 Los rastros de las
pinceladas deben desaparecer completamente cuando el esmalte se seque. Para
lograr esto, una vez que haya terminado de aplicar completamente el color,
deberá secar nuevamente las uñas con un secador de pelo o un ventilador. Eso sí,
tenga cuidado de no colocar el secador demasiado cerca de la uña, ya que el
excesivo calor podría arruinar la superficie del esmalte.

 Si lo desea, podría
aplicar el color un par de veces más. Tenga cuidado sin embargo de no aplicar
demasiadas capas, o el esmalte podría saltar más pronto de lo que esperó. 

Cuándo sus uñas estén
secas, será tiempo de aplicar un toque de brillo. Para esto, esparza
detenidamente un esmalte claro sobre el color anteriormente aplicado. Es
importante igualmente que mantenga las uñas a resguardo del aire hasta que se
sequen, ya que la presión del mismo podría arruinar la textura y el brillo
normal del esmalte.

 Así siguiendo estos
sencillos pasos, sus uñas quedarán hermosas, brillantes, y bien coloradas. Si
desea mantener los resultados logrados en su nuevo rol de manicura, aplique
color nuevamente a los pocos días, seguido por una cobertura de brillo.

 Si la uña se astilla, o
el esmalte se salta frecuentemente, considere aplicarse una sesión cada tres
días. Puede parecer demasiado seguido, pero nada será mejor que poder exhibir
unas manos delicadas, atractivas, y sensuales…