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Convirtiéndose en el mejor testigo presencial

Frente al hecho de presenciar un delito, es nuestro deber cívico declarar como testigos, para mejorar la seguridad de nuestra comunidad y, por ende, la propia. En esta nota, los cinco puntos más importantes para enfrentar este inesperado desafío de la vida.

A ninguno
de nosotros nos gusta perder tiempo, energía, y dinero en asuntos que no nos
competen. Pero la condena de un delincuente, -que usted podría ayudar a lograr
mediante su declaración como testigo presencial-, no es algo que no redunde en
su beneficio, puesto que gracias a esto la sociedad estará a resguardo de la o
las personas que cometieron el delito, y por ende usted mismo, o su familia,
vivirán más seguros.

De hecho,
el testimonio de un testigo presencial puede ser una parte crucial en el caso de
un procesamiento contra un criminal acusado, o bien se puede utilizar para
exonerar de culpa y cargo a gente inocente.

Teniendo una persona competente en
la corte, que pueda atestiguar para precisar los detalles sucedidos a la hora de
un delito, se podrá agilizar el proceso y llegar a un dictamen justo, por lo
que sería muy útil que leyera esta nota, y esté al tanto de cómo podría
convertirse en un buen testigo presencial de un posible delito.

Aunque el
testimonio del testigo presencial se puede desafiar vigorosamente por los
abogados de la otra parte, es en última instancia el juez o el jurado quienes
harán pesar la evidencia, junto con otros pedazos del rompecabezas, para
determinar qué sucedió de hecho en ese momento y lugar en cuestión, por lo
que no debe atemorizarse por los “ataques” que pueda recibir en el proceso.

Un buen testigo presencial

Pero…
¿Cuales son las cualidades que hacen a un buen testigo presencial? Mucha gente
ha escuchado o cree que un testigo presencial simplemente identifica una cara en
un identikit, o algún otro cierto detalle de menor importancia en un delito.

La
realidad es muy diferente, puesto que un buen testigo presencial puede ayudar a
eliminar las sospechas tanto como a crearlas. Aquí le mostramos algunas cosas
para tener presente si usted debe atestiguar por un delito:

A. Brindando las descripciones físicas

Esto
puede parecer ser el elemento más obvio del testigo, pero puede ser también
muy complicado. ¿Qué es lo que observó sobre el aspecto total
del sospechoso? Las expectativas de las características faciales suelen incluir
el color de pelo, el color de ojos, la tez, el tipo de pelo, etc.

Esta información
es muy provechosa, pero lo que puede ser aún más útil es la información física
que pueda eliminar a sospechosos. ¿Notó tatuajes? Si es así ¿qué formas tenían?
Puede haber bastantes hombres con bigotes y pelo oscuro en el área, pero muy
pocos con un tatuaje de un corazón o un esqueleto.

¿Notó características
especiales como falta de dedos, miembros deformes, falta de dientes, cicatrices?
¿Había algo significativo sobre su forma de caminar, por ejemplo cojeando,
dando pasos inusuales, mostrando lesiones?

El
testimonio de un testigo presencial es notoriamente amplio cuando se comparan
las descripciones de diversos testigos, pero si se notan las mismas características
físicas, se puede ayudar a reducir la lista de sospechosos considerablemente.

B. Estando al tanto de las modalidades y acentos

Si el
delito tiene lugar en un banco o restaurante, usted podría no estar en una
posición para ver al sospechoso, pero igualmente podría ayudar como testigo.
Espere a escuchar cualquier anormalidad en sus voces, como tartamudeos, falta de
“eses” en la pronunciación, o repetición de ciertas palabras.

También, le
puede llamar la atención el acento de la voz, como sí fuera de otra ciudad o
país. Intente determinar el lugar de procedencia de los acentos que oye. Si
escucha dialectos regionales, intente encontrar el área donde sería más común
oír ese acento. Note la forma de expresarse y cualquier otra cualidad vocal que
sea distintiva, como la respiración o la rapidez al hablar.

C. Las particularidades de la vestimenta

Muchos
delincuentes experimentados llevan un cambio de ropas con ellos para ponerse
luego de realizar el crimen, o tendrán cuidado de no utilizar alguna vestimenta
que los identifique lo más rápidamente posible. De cualquier forma, siempre
será importante que recuerde la ropa que cualquier sospechoso usaba a la hora
del delito.

Si nota una insignia o el nombre de un cuadro deportivo, asegúrese
de mencionar eso en su informe. Si no puede recordar exactamente lo que usaba el
sospechoso, entonces recuerde por lo menos si el tipo de ropa era informal, de
etiqueta, sucia, vieja, rota, etc. Tal información puede dar a los detectives
ideas por donde comenzar a buscar a los sospechosos.

D. El detalle de los accesorios y cómplices

¿Estaba
el sospechoso llevando algo, como algún bolso o envase, una pistola, o artículos
de ropa? ¿Parecía tener cualquier cosa adquirida cerca del área del delito?
¿Estaba solo, o con otra gente? ¿Había un vehículo de escape listo? ¿Cómo
se veía, y hacia donde fue?

La razón principal por la que el testimonio del
testigo presencial puede ser inestable, es la velocidad de la mayoría de los
delitos. Un monedero se puede robar en pocos segundos. Además, las víctimas
están trastornada y con sus reacciones, y pueden desviar la atención lejos del
sospechoso.

Si se
encuentra en una posición para ver como ocurrió un delito, intentar
convertirse en una cámara de vídeo humana. Mire al sospechoso a partir del
momento que nota el crimen hasta el punto en que desaparezca totalmente de su
visión, aunque de forma discreta, para que el mismo no note el peligro que
usted le representa.

E. Familiaridad

Pocos
criminales pueden llevar una vida en las sombras. La mayoría de ellos hacen,
como todos, sus compras en los almacenes, asisten a los estadios deportivos, y
comen en bares y restaurantes públicos. Si atestigua por un robo en su almacén o tienda de comestibles de su
barrio, es posible que logre recordar haber visto al sospechoso antes allí.
También pudo haber compartido con ellos una actividad en el pasado, o asistido
a una misma institución.

Siempre
existe una chance de que pueda tener más información sobre un sospechoso, de la que piensa en un primer momento, por lo que debería pasar un cierto
tiempo intentando recordar si algo le suena familiar.

Si puede hacer una conexión,
comparta esta información con la policía inmediatamente, por más ridícula
que la sienta. Cuanto más pronto se pueda unir un nombre a una cara, más
ocasiones habrá de hacer la detención.

Enfrentando el proceso

Después
de que haya contribuido con los detectives que trabajaban en el caso mediante su
testimonio como testigo presencial, deseará mantener sus observaciones claras y
presentes, ya que existen bastantes chances de que lo llamen para atestiguar en
un proceso penal.

Usted puede tener que declarar previamente de forma oficial,
lo que significa que su testimonio será considerado oficial y su informe
anterior será registrado en un documento reconocido por la corte. Ambas partes
del caso tendrán una copia de este documento, y el abogado de la otra parte
puede buscar discrepancias y errores en sus declaraciones.

Durante
el procedimiento del juicio, seguramente se le pedirá que repita la información
que recuerda, incitado por las preguntas de los abogados querellantes y
defensores. Una vez que usted finalice con su testimonio directo, la defensa
puede desafiar sus respuestas.

Estas preguntas pueden tratar de demostrar
imprecisiones en su testimonio, o sugerir que usted no dijo la verdad completa.

También pueden sugerir que su memoria o vista fallan a la hora de describir el
incidente. Intente no tomar a estas preguntas de forma personal, ya que son
simplemente estrategias comunes de los abogados defensores.

Si tiene
que conceder una o dos equivocaciones sobre su testimonio inicial, esto no
significa que haya hecho algo malo o ilegal.

La declaración es una situación
agotadora e incómoda para cualquier persona, usted puede sentirse confundido o
nervioso, y eso es algo que saben todos los jueces. Esto es perfectamente
natural. Una vez que entregue su testimonio totalmente, estará libre para dejar
la sala del tribunal.

Luego, tómese
un cierto tiempo para recuperar su tranquilidad, antes de volver a su vida
“normal”: Usted no pidió ser un testigo presencial de un delito, ni se ha
divertido con eso (todo lo contrario) sino que solo realizó su deber cívico,
con su mejor capacidad y buena voluntad, para mejorar la seguridad de su
comunidad y la suya propia.

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