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Comunicación empresarial: ¿qué son las cualidades de escucha activa?

Sin dudas, durante una entrevista de trabajo o una conferencia de negocios, los presentes necesitan algo más que sólo “escuchar” a sus interlocutores. Las Cualidades de Escucha Activa, entre otras, permiten sortear algunas barreras de la comunicación con clientes o empleadores. Póngalas en práctica

En la entrevista de trabajo 

Durante una entrevista laboral, el potencial empleador pregunta: “¿Puedes llevar a delante más de un proyecto a la vez?” Si tu respondes confiado “Sí”, entonces estarás cometiendo un grave error.  

Según un estudio efectuado sobre un grupo heterogéneo de empleadores, entrevistadores y profesionales del área de recursos humanos, las respuestas de una palabra o una oración deben ser evitadas.  

Ante todo, sé específico. Y habla el lenguaje del dinero. Ésta es una respuesta apropiada para la pregunta anterior: “En general, dependiendo del tipo y la duración de los proyectos, creo que es factible el manejo eficiente de más de un proyecto a la vez. Esto podría ahorrar a una empresa tanto como el 30%”. 

Cualidades de Escucha Activa durante una presentación  

Antes de continuar, nos detendremos por un instante en la definición del concepto “Cualidades de Escucha Activa”. Al igual que el lenguaje cotidiano no es el mismo que se utiliza para una presentación pública, “escuchar” no es lo mismo que “recibir activamente”. Las cualidades de escucha activa comprenden dos cosas: el análisis y la respuesta al mensaje que está siendo comunicado. 

Un receptor activo mantiene contacto ocular y una buena postura, con una ligera inclinación hacia el disertante. Durante la entrevista, el receptor asiente, sonríe y toma notas. Sin embargo, eso no es todo, ya que un soñador o un seudo-receptor podría adoptar las mismas conductas.  

Por lo tanto, la respuesta física del oyente no necesariamente significa que las cualidades de recepción estén trabajando. 

La comunicación no verbal, más allá de una sonrisa o un asentimiento, es importante. Los gestos, la apariencia, la precisión, las respuestas orales, las expresiones faciales, y la distancia espacial afectarán el modo en que el hablante interpretará al oyente.  

En ese sentido, alguien que se prepara para una entrevista laboral debe considerar el clima cultural y las normas sociales que circundan al entrevistador. En otras palabras, la recepción activa percibida, basada en señales no verbales, puede variar de cultura en cultura. 

Especialmente en esta era de gran diversidad cultural, hay que ser cauteloso en todo lo que roce las bases culturales, sociales y sexuales de las personas. Si eres mujer y llegas a una puerta antes que el hombre, ábrela.  

Si tu entrevistador no habla muy bien el español -o tú el idioma de la entrevista- y parece desorientado por tus palabras, vuelve sobre tus pasos y explícate otra vez, con diferentes palabras, y reestablece un buen intercambio comunicativo. 

Una gran parte de la escucha activa radica en la paráfrasis. Ésta no es equivalente a la abreviación. Una abreviación es una versión acortada del mensaje original, enfocada en el punto principal. Parafrasear significa reestablecer el mensaje con tus propias palabras. 

Los receptores activos toman notas parafraseando lo que el interlocutor dice, y resumiendo los puntos más importantes. Un buen receptor no es lo mismo que un escuchador silencioso.  

Los buenos receptores formulan preguntas, como por ejemplo, “¿Es ésta una paráfrasis apropiada de lo que usted ha dicho?”, para dejar que el entrevistador sepa que el mensaje que está comunicando es bien decodificado.

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