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¿Cómo saber si tienes herpes?

¿Te han dicho recientemente que tienes herpes o has buscado algo al respecto en Internet, sabiendo que podrías estar sufriendo estos mismos síntomas compartidos con otros que tienen herpes? Pues bien, ¿Cuáles son estos síntomas? ¿Cómo puedes asegurarte de tener herpes?


Tipos y síntomas del herpes
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Para comenzar, debemos decirte que hay muchos tipos de
herpes que pueden afectar
a tu cuerpo. Puedes contagiarte con herpes genitales mediante el contacto
sexual
, puedes desarrollar llagas labiales (otro tipo de herpes) mediante el
contacto con la piel, e incluso puedes desarrollar herpes zóster (la culebrilla,
derivada). Todos estos problemas pueden darte distintos tipos de síntomas,
aunque las ronchas y las llagas suelen lucir de forma similar.


Comienzan a picar antes de ser visibles y se perciben como pequeños y poco
estéticos puntos rojos que se llenan de algo que parece pus, y que luego se
hacen ampollas. Luego de que esta ampolla se endurece, tu herpes ya no será
contagioso pero su contenido estará cargado de virus que podrían esparcir el
problema y empeorarlo.

Si sufres de herpes en tu rostro o en tus labios, el problema será visible a
todos. También puede ser muy embarazoso al encontrarte con una nueva pareja
sexual.


Es por ello que cuando tienes herpes, pareciera que no hay nada peor o más
embarazoso. Piensas que el mundo se terminará, y lo peor es que sabes que es
algo que te acompañará toda la vida, apareciendo cuando se le antoje.


Diagnóstico del herpes


Esto puede hacerte pensar si alguna vez volverás a tener una vida sexual, y te
hace preocuparte por las personas con las que ya has tenido algún encuentro
sexual. Entonces, ¿qué puedes hacer para asegurarte de que tus herpes no sean
algo demasiado serio? Pues debes examinarte, por supuesto.


El examen de herpes puede ser realizado por una enfermera, un doctor generalista
o un especialista en salud sexual y reproductiva, quienes por lo general toman
una muestra para determinar si se trata del virus o no. Recuerda que los herpes
no sólo se presentan en tus genitales, sino que también hay otros tipos como las
llagas labiales. Si tienes algunos de estos, seguramente el examen dará
positivo.


También puede que se busque discriminar entre las distintas clases de herpes, lo
que te ayudará a determinar cuál es el tipo que tienes, y te ayudará a dar un
mejor cuidado a tu salud según el tratamiento que te de el profesional.


Esto puede durarles por días, en los que no pueden ir a trabajar, quedando así
sin remuneración. También significa que se pierde mucha autoconfianza, que se
siente como si todos te miraran, aunque no lo estén haciendo.


Tratamiento del herpes


Entonces, ¿qué puedes hacer para ayudar a aliviar estas erupciones de herpes?

Pues para comenzar, necesitarás hallar el disparador correcto que hace que tus
herpes se asomen. El virus del herpes, a menudo, vive en nuestro cuerpo y
aparece cuando algo lo despierta. Para algunos puede acompañar a problemas en el
sistema inmunitario, y si te sientes abatido puede que también tus herpes
reaparezcan. Entonces, lo primero que debes hacer es mejorar tu sistema inmune,
comiendo los alimentos ideales, ejercitándote más a menudo y llevando una vida
saludable.


Lo siguiente que debes hacer para ayudar en las erupciones de tus herpes es
buscar geles y cremas naturales que puedan aliviar los síntomas. Debes tener
cuidado al aplicar estas cremas, y debes asegurarte de usarlas externamente en
el área genital (si tu herpes está en esta zona).


Tener herpes puede ser en verdad embarazoso y frustrante al mismo tiempo. Ya sea
que estés lidiando con herpes genitales o que estés intentando librarte de
herpes faciales, necesitarás un tratamiento que en verdad funcione.


Si ya has ido con el doctor, seguramente te habrá recetado antivirales (que es
lo que siempre hacen los médicos), y quizás ya hayas comenzado a pensar en
buscar tu propio tratamiento.


También hay muchos tratamientos naturales para herpes que puedes usar, ayudando
a reducir la inflamación y las ampollas de tus herpes. Estos están disponibles
en las tiendas de alimentos saludables y son completamente naturales, lo que
significa que puedes usarlos tan a  menudo como quieras, e incluso mientras
tomas alguna otra medicación o estando embarazada.


Por Laura Bayala – Autora de "Milagro
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