Varios años atrás, el disco de vinilo era el estándar para escuchar música, logrando mantenerse en un lugar de privilegio durante décadas.

Los cassettes de audio lograron imponerse en los ochenta por ser más prácticos y fáciles de transportar. Fue en esos años cuando el walkman, un reproductor portátil de cassetes, logró captar la atención de millones de jóvenes en todo el mundo.

En la década del noventa la música digital obtuvo un papel protagónico, con el creciente éxito del disco compacto, conocido popularmente como CD. Como no podía ser de otra manera, los reproductores de CD portátiles se hicieron famosos y aún hoy se pueden conseguir en algunos comercios.

Reproductores MP3 portátiles

Hacia fines de la década del noventa, un formato de audio para computadoras comienza a ser conocido por muchas personas en todo el mundo.

El MP3 es un formato de compresión, que permite almacenar música, ocupando menos espacio que una pista en un CD de audio.

Este formato puede ofrecer distintos niveles de calidad, según la compresión que se le aplique, dato que incide directamente en el espacio que ocupa en el medio en el que se almacena.

El formato MP3 es criticado por algunos sectores, ya que se lo ha asociado con la distribución ilegal de temas musicales.

Sin embargo, es importante destacar que esta tecnología puede ser perfectamente utilizada para fines legales y que existen muchos músicos que ponen a disposición algunas de sus creaciones en este formato, de manera gratuito o en algunos casos arancelada, a través de un sitio de Internet o de la distribuidora correspondiente.

Más allá de esta controversia, el formato ha logrado gran aceptación popular y cada vez son más los usuarios que deciden tener un reproductor portátil de MP3 para escuchar su música favorita.

Estos dispositivos se conectan a la PC por medio de un cable USB. Por lo general también incluyen la posibilidad de sintonizar radio, grabación de voz y en algunos casos permiten sincronizar los archivos de audio almacenado con las letras de las canciones, si están disponibles. 

Para elegir un reproductor portátil de estas características hay que tener en cuenta su memoria (se recomienda un mínimo de 1GB o 2GB) y la forma de alimentación (tipo de batería).

La memoria determina la cantidad de canciones que se pueden almacenar. Por ejemplo, en 1 GB se pueden incorporar aproximadamente 250 temas musicales de duración promedio (entre 3 y 4 minutos cada uno) con una buena calidad de sonido.

La nueva generación de reproductores portátiles

Con la velocidad que la tecnología se mueve en nuestros días, nuevas generaciones de reproductores hacen su aparición, agregando nuevas características.

Es común encontrar en comercios o sitios de venta online reproductores denominados MP4, aunque es importante saber que su nombre tiene que ver más con una denominación comercial o de marketing que con el formato que podría suceder al MP3 en el campo del audio.

Cabe destacar que las grandes marcas, tienen un nombre para su línea de reproductores multimedia portátiles, como por ejemplo iPod en el caso de Apple. 

 Los MP4 que se consiguen actualmente son reproductores, que además de ser compatibles con archivos de audio MP3 y ofrecer radio FM, incorporan una pantalla color de aproximadamente dos pulgadas y permiten ver videos y fotografías digitales.

Estos modelos pueden ofrecer diseños ultradelgados, variedad de carcasas y colores llamativos o neutros. Cuentan con batería incorporada, recargable por medio de un cargador o por el mismo cable USB de datos.

Al estar preparados para reproducir archivos de video, ofrecen mayor capacidad que los reproductores de MP3 que solo permiten audio. Por este motivo, se pueden encontrar modelos de entre 2GB y 16 GB de capacidad (algunos modelos con capacidad de expansión).

En opciones más sofisticadas se pueden encontrar modelos de hasta 120 GB de espacio de almacenamiento, una capacidad que permite contar con aproximadamente 30.000 temas musicales o unas 150 horas de video digital.

Mientras los MP3 y MP4 continúan en el mercado, ya han aparecido nuevos modelos a los que se los ha denominado MP5. Tal como ocurre con los reproductores MP4, este es solamente un nombre comercial para identificarlos, ya que no ofrecen un nuevo estándar en el formato de archivos.

Esta nueva generación de reproductores portátiles, le agregan a todas las características de reproducción de audio y video conocidas en sus antecesores, nuevas funcionalidades, como por ejemplo cámara digital, lector de libros digitales (e-books), juegos y pantallas más grandes (por lo general de 2,8 pulgadas).

Es importante mencionar que la cámara incorporada por estos dispositivos, es comparable con la de los teléfonos móviles de gama media y baja, es decir que no presenta una calidad cercana a la de una cámara fotográfica digital.

En estos modelos es común encontrar la opción de ampliación de la memoria incorporada (por lo general 4GB como mínimo), a través de tarjetas de mini memorias flash, las mismas que se utilizan para algunos teléfonos móviles. 

Como la denominación MP5 es solamente un nombre comercial, en algunos lugares se hace referencia a estos reproductores como una nueva generación de MP4.

Por lo cual se puede hablar de reproductores MP4 o MP5 como dispositivos portátiles que ofrecen una variada gama de funciones multimedia, desde reproducción de archivos de audio hasta juegos, según el modelo. También se destacan las funciones de pantalla táctil (touch screen) para brindar mayor comodidad al usuario. 

Al buscar modelos con estas especificaciones se encuentran muchas marcas genéricas, por lo cual es importante reparar en la garantía con la que cuenta el producto.

En algunos casos, los productos de marcas reconocidas tienen un valor más elevado, pero también una mejor calidad de sonido y en los accesorios que se incluyen, ya sean auriculares, estuches o baterías.

Para no caer en una decepción al adquirir un reproductor, lo ideal es revisar con atención las características principales: cantidad de memoria, posibilidad de expansión, tipo de batería y prestaciones que brinda.

En cuanto a la calidad, lo ideal es poder probar modelos, solicitándole al vendedor que nos muestre las diferentes posibilidades a las que podemos acceder, en el rango de precio que podemos pagar. 

Finalmente, es imprescindible exigir una garantía por escrito para respaldar nuestra compra. Por lo general, es de entre tres meses y un año, para este tipo de productos.

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