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Cómo cultivar hortalizas en macetas

El cultivo de hortalizas es deal para comenzar en el arte del cultivo de vegetales. También es recomendable para aquellas personas que no tienen espacio disponible fuera del hogar, pero que tienen la inquietud de cultivar las propias verduras


Las macetas que se pueden utilizar para el cultivo
de verduras pueden ser de
madera, barro o plástico. Lo importante es que sean lo suficientemente amplias
para que la planta en su interior no quede muy ceñida.

Uno de los requisitos más importantes es que disponga de al menos seis horas al
día de sol.


Las hortalizas que mejor se adaptan a los recipientes pequeños son las
zanahorias, cebollas y lechugas. Los materiales si son aquellos que se pueden
encontrar en la casa como recipientes de agua, deben estar muy limpios y tener
agujeros en la base para permitir un correcto drenaje.

 Aquellos vegetales que
requieren de más amplitud para poder desarrollarse y crecer con comodidad son
los tomates, berenjenas y pimentones.


Uno de los factores que hay que tener en cuenta para lograr éxito en el cultivo
es la búsqueda de las semillas adecuadas ya que las plantas que crecen en
macetas no podrán desarrollar muy bien sus raíces.

El fertilizante
es otro de los factores que influyen en el correcto desarrollo.
Hay que asesorarse adecuadamente ya que variará según la hortaliza que se quiera
cultivar.

La necesidad de este componente es de vital importancia y se colocará con mayor
frecuencia en las plantas cultivadas en macetas, ya que a diferencia de las
verduras sembradas en huerto tienen mucho suelo para beneficiarse de los
nutrientes.  

En cuanto a la tierra, ésta debe ser porosa, aunque se puede realizar un compost
casero a base de cáscara de frutas o verduras mezclada con arena gruesa y tierra
negra. El agua que reciban las verduras debe ser moderada.

Siempre es conveniente no mojar las hojas para evitar el desarrollo de
bacterias. El suelo debe estar siempre húmedo, pero no es apropiado regar en
exceso la tierra.


La profundidad del suelo es importante. La necesaria para la mayoría de las
hortalizas es de ocho pulgadas de suelo. Si las hortalizas que se desee cultivar
contienen raíces muy largas lo más conveniente es que la profundidad sea mayor.


La ventaja fundamental del cultivo de hortalizas en recipientes es la movilidad
y la protección que se les puede brindar, sobre todo durante el invierno donde
hay que mantener a resguardo a las verduras del clima muy frío y de las
precipitaciones.


Las hortalizas frondosas como el repollo, lechuga o espinaca resisten mejor la
sombra. Las plantas que dan fruto como los pepinos, pimientos o berenjena
necesitan bastante luz solar.


Es importante saber que las plantas cultivadas en maceta necesitan de más
atención que las sembradas en tierra. Es conveniente girar la maceta de vez en
cuando para que toda la planta reciba la misma cantidad de claridad.

El drenaje y un buen fertilizante son vitales para lograr éxito en el desarrollo
de la hortaliza. Los árboles frutales también pueden cultivarse en grandes
macetas, pero si nunca se ha intentado el cultivo en recipientes, es conveniente
comenzar por algo más sencillo.


Ejemplos de cultivo de hortalizas


Cómo cultivar rábanos:

los rabanitos son muy resistentes ya que aguantan el frío y se adaptan muy bien
a cualquier tipo de suelo. Las semillas pueden durar hasta seis años si se las
cuida apropiadamente.

Se siembran en hileras a 50 centímetros. La siembra se puede realizar durante la
primavera o llegado el otoño. El rabanito tarda entre tres y seis semanas para
desarrollarse.


Cómo cultivar repollo:

el recipiente debe ser muy amplio para permitir su crecimiento. La tierra debe
estar siempre húmeda. Hay que tener cuidado con el sol ya que lo puede dañar de
modo irreparable.

La recolección se realiza cuando las cabezas están ya formadas.

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