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Cómo combatir el miedo a las computadoras

El miedo a las computadoras es totalmente infundado, y tampoco es real el temor “a romper algo” ya que no hay nada que el principiante pueda romper en una PC

El miedo a las computadoras es totalmente infundado, igual que la creencia que solo sirven para jugar o como dicen sus hijos o nietos, chatear o  enviar mails o sea charlar con  otras personas, especialmente con las del sexo opuesto. 

Tampoco es real el temor “a romper algo” ya que no hay nada que el principiante pueda romper en una PC.  Solo aprenderá a no cometer algunos errores que hagan que la máquina “se cuelgue” o sea que se detenga. Casi todo se arregla apagándola y volviendo a encenderla.  

En realidad, se exageran tanto las dificultades como las ventajas de tener cerca suyo una de estas máquinas casi inteligentes. 

Personalmente estimo mucho a las computadoras que he visto, desarrollarse y ponerse al alcance de todos, para que cada uno le extraiga lo que más le interese. 

Supongamos que su obstáculo para empezar con este tema es económico, lo que sería un argumento verosímil y muy respetable en estas épocas que estamos viviendo. 

Tampoco es válido decir que no está en condiciones de comprarse una de esas máquinas porque tiene otras prioridades en estos momentos. 

Les diré porqué no es valido este argumento. Porque sin necesidad de comprar nada, si así lo decide,  igual puede empezar a aprender concurriendo a algún cibercafé o centro de Internet, donde las tarifas son muy razonables, conectados a Internet por cable modem de  alta velocidad.  En muchos de estos lugares que seguramente habrán visto lleno de jóvenes  en  su barrio, estos precios incluyen algo de la ayuda de una persona que sobre todo al principio, le darán un empujoncito para que arranquen mejor. 

Muchas personas que ya pasaron los 40,  ven que sus hijos y nietos usan la  "compu" -como ellos la nombran en su jerga casi técnica- con una facilidad y rapidez asombrosa, para jugar o hacer cosas para el colegio o de su interés general.

Eso no quiere decir que sepan mucho sobre  computación y sus diversas ciencias, por lo cual usted no tiene que sentirse disminuido. Ellos también tienen algo que aprender!!

Lo que pasa es que los 5 sentidos de los niños y adolescentes funcionan al 100% y ellos aprovechan
esa  condición física  para usar el ratón o apretar teclas vertiginosamente.

Como les contaba recién, yo me inicié con estás maravillas cuando recién aparecían las primeras PC y eso me da una gran ventaja. Pero en realidad el mayor handicap es que me complace mucho usarlas, trabajar con ellas y disfrutarlas en todos los aspectos posibles.

También hay que tener en cuenta que el constante aumento de las potencias, velocidades y memorias, ha llevado a que se desarrollaran programas muy completos y algo complicados que no es para nada necesario usar en toda su desmesurada extensión provocada más por la competencia comercial que por las necesidades de los usuarios promedio.

En general, casi todo el mundo usa un pequeño porcentaje de los programas, porque con eso le resulta suficiente y se siente cómodo.

Es como si uno deseara ir a ver sus nietos todos los fines de semana y para viajar 20 Km. se compraran una Ferrari Testarossa F1. Casi seguro que pese a que la Ferrari casi puede correr a 300 Km por hora, usted no la usaría por la autopista a más de digamos prudentemente 100 kilómetros por hora en la autopista. Qué desperdicio de inversión…gastar tanto dinero para usar la máquina a un tercio de su potencia total. 

Bueno. Guardando las distancias, las computadoras actuales tienen unas capacidades asombrosas pero no son imprescindibles, para lo que intento aconsejarles que usen en su primer etapa.

Eso en cuanto a los “fierros” o hardware que en inglés es algo así como decir  “artículos de ferretería”

Todos las llamamos PC porque es más fácil y esto viene de las iniciales de Personal Computer, como designó a su pequeña  máquina  la compañía IBM que hasta ese momento había vendido las computadoras de gran porte o mainframe para las grandes corporaciones americanas. 

Se llamó PC-1 y en mi juventud (años ’50)  vendí unas cuantas unidades de este modelo que hoy en día nos parecería muy elemental (no existían los multimedios). En marzo de 1982 se publicó que antes de terminar ese año,  IBM esperaba haber vendido 175.000 PC 1s… ¡lo que se consideró un gran éxito! 

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