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Cómo bajar de peso después del parto

Retornar al peso normal puede llevar entre seis meses y un año. Para ayudar a que el proceso sea lo más natural posible le recomendamos algunos consejos y le mencionamos cuáles son los alimentos ideales que facilitan la pérdida de kilos post-parto…

El

aumento de peso
durante el
embarazo es inevitable, pero luego del parto no es
conveniente comenzar una dieta estricta, sobre todo si se debe amamantar al bebé
recién nacido.


Entre las sugerencias a considerar para que el proceso se lleve de a poco, pero
de manera segura, podemos mencionar:


1.- Para poder adquirir energías y quedar saciada rápidamente, nada mejor que
los cereales integrales y las legumbres.


2.- Para solucionar otro de los problemas que suelen manifestarse tras el parto,
el estreñimiento, lo ideal es consumir alimentos con fibra que también llenan el
estómago a la vez que benefician la evacuación.


3.- Consumir cinco porciones de frutas y verduras al día


4.- La ingesta de lácteos es muy importante. Lo más acertado es que sean
desnatados para reducir el consumo excesivo de grasas. La leche, el queso y el
yogurt pueden consumirse sin problemas tanto en el desayuno como en la merienda.


5.- El pescado es más aconsejable que la carne de ternera. La carne de pollo
también se puede consumir y una vez a la semana, se aconseja comer hígado ya que
aporta mucho hierro.


6.- Más allá de las opiniones que se puedan tener al respecto, no hay que
saltarse las cinco comidas del día. Es importante desayunar, comer algo a media 
mañana, almorzar, merendar y cenar.


7.- El consumo de agua es muy importante. Las mujeres luego de dar a luz suelen
quedar hinchadas debido a la retención de líquidos. El agua es la mejor bebida
que se puede consumir. Intentar prescindir de los refrescos o bebidas
alcohólicas.


8.- Cocinar los alimentos al vapor o a la plancha. Evitar los fritos, los
empanados y las salsas.


9.- Los dulces y productos de pastelería se deben comer con moderación y las
porciones deben ser pequeñas.


Lo importante es poder comer alimentos saludables y no restringir el consumo de
frutas y verduras. Una dieta demasiado estricta puede ser un riesgo que no hay
por qué correr.


Ante la duda, siempre es conveniente contar con la opinión y ayuda de un
profesional que pueda realizar un seguimiento adecuado. En algunos casos,
siempre que el médico lo indique, se puede complementar la alimentación con
algunos ejercicios físicos.


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