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Caminatas: cómo aprovecharlas para mejorar nuestra calidad de vida

Existen combinaciones perfectas, aprovechar el tiempo libre y mantenerse bien físicamente es una de ellas, mas aun si la manera de hacerlo es haciendo ejercicio al aire libre y en lugares con paisajes agradables que nos reconforten el espíritu.

Entonces,
los factores serían tres: ¿Cómo lograrlo?

Las
caminatas por parques o espacios verdes son una muy buena opción para lograr el
objetivo. Se logran claros beneficios, con un esfuerzo que no se siente por lo
agradable del paseo y por no tener que obligar al cuerpo a grandes arrojos.

Esta
gimnasia nos sirve para
que
los pulmones procesen más aire con menor esfuerzo, fortalecer el corazón,
bombear más aire con menos palpitaciones y mejorar el suministro de sangre a
los músculos. Realizar un deporte aeróbico, como la caminata, es suficiente.

Sin
embargo y como en otras actividades, es necesario tener ciertas precauciones:
Para un principiante es recomendable realizarse una prueba de esfuerzo antes de
iniciar este deporte, para saber en qué condición física se encuentra, lo que
determinará la cantidad, periodicidad e intensidad del entrenamiento.

La comparación costos-beneficios es irrisoria. Una buenas zapatillas, algo de
ropa cómoda y de preferencia después de un alimento ligero puede ayudarnos a
afrontar mejor la tensión y la fatiga, y en consecuencia las probabilidades de
cometer errores, mentales o físicos, disminuyen.

El tiempo de espera para ver los resultados es de aproximadamente ocho semanas,
o 16 semanas cuando máximo. Entonces se encontrarán con que las condiciones
del corazón serán mas fuertes, saludable, relajado y bajo en pulsaciones en el
descanso, pero altamente activo ante las fuertes cargas de trabajo.

Sin
dejar de lado otros de los importantes beneficios que trae el ejercicio de la
caminata como la buena figura
(mejorando la alimentación y digestión de la
persona), además de formar tejidos corporales más saludables, abasteciéndolos
de más oxígeno, y que las horas de descanso y sueño son mucho más plenas.

Para
saber si el ejercicio se está llevando a cabo e manera absolutamente
provechosa, los especialistas recomiendan “La prueba del habla” que consiste
en intentar hablar cuando el ritmo de la marcha nos agota el aire (en ese caso
se está forzando demasiado), caso contrario, si el aliento es profundo pero no
lo suficiente para impedirnos la palabra, la gimnasia está siendo bien
realizada.

Después
solo queda, disfrutar de los tres factores: el
beneficio físico, el
aprovechamiento del tiempo libre y la relajación mental… un poco de esfuerzo
nunca viene mal, sobre todo si nos ayuda a vivir mejor.