La civilización romana
impulsó el modelo de villa termal como un concepto de Ocio. En el tercer milenio
se imponen las villas termales y las rutas saludables como terapéutica al estrés
urbano.

Caldes de Montbui tiene el
privilegio de ser la primera villa termal de Cataluña y de poseer las termas
romanas mejor conservadas de la Península Ibérica . Dos mil años de termalismo
avalan la presencia de los romanos en el centro del Vallés Oriental.

Se convirtió en una estación
balnearia alrededor de la cual desarrolló un importante núcleo urbano, Hoy
podemos admirar uno de los pocos conjuntos termales romanos que se conservan en
Europa y están declarados Bien Cultural de Interés Nacional.

Adentrarse en Caldes de
Montbui es vivir la magia del termalismo y la cultura del agua. Este atractivo
se completa con otros alicientes que hacen de esta villa termal un centro
turístico, cultural, deportivo y natural de reconocido prestigio europeo.

A través de las emblemáticas
calles de la parte antigua descubrimos en relajante paseo, el histórico
itinerario termal que comprende las antiguas Termas Romanas, la simbólica Font
del Lleó, los lavaderos que recogen el agua termal, la iglesia de Santa María y
los balnearios . El itinerario incluye una visita al museo Thermalia y la típica
Casa -Museo de los Delger.

Las Termas
Romanas

Tenían propiedades
medicinales y disponían de un conjunto de espacios donde se desarrollaban
diferentes tratamientos terapéuticos a los cuales se añadían una serie de
actividades relacionadas con la higiene y el ocio.

La piscina termal de Caldes
de Montbui que se conserva data del siglo I a C, y es tan solo una parte del
gran conjunto termal que había en tiempos de los romanos. Este se extendía por
el antiguo hospital ( actualmente Thermalia ) , los balnearios Rius y Broquetas,
por la actual plaza de la Font del Lleó . Hasta el momento, se han localizado
once ámbitos del conjunto termal romano, aunque posiblemente queden muchos más
por encontrar.

La Font
del Lleó

La Font del Lleó es un
manantial natural y se considera el surtidor de agua caliente más característico
de Cataluña. La fuente está situada en la plaza que lleva su nombre, en pleno
centro del casco antiguo. El agua emana a una temperatura de 74º C, una de las
más elevadas de Europa.

La Font del Lleó se
construyó en el 1581 y fue renovada en 1822 . A pesar de las reformas, la
gárgola y la pared del fondo se han conservado a lo largo del tiempo. La fuente,
tal y como la podemos admirar en la actualidad, data del 1927, año que fue
restaurada y modificada por Manuel Raspall, que proyectó el actual monumento de
aire noucentista, con el característico león, que se ha convertido en símbolo de
la villa.

El agua termal que emana de
la fuente se dirige hacia los lavaderos públicos, construidos en el siglo XIX y
con la singularidad que todavía hoy están en funcionamiento.

Tradición
Balnearia

La tradición balnearia de
Caldes de Montbui es muy antigua, quedando constancia en diversos documentos del
siglo XVII.

En la primera mitad del
siglo XIX , Caldes de Montbui era la primera estación balnearia de Cataluña y la
segunda de la Península, tanto por lo que respecta al número de establecimientos
como a su calidad. Sin embargo fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando se
inició la expansión de la actividad balnearia hasta la actualidad.

En esta época, se edificaron
una serie de confortables edificios siguiendo la línea de los prestigiosos
centros termales europeos, destinados a la cura de aguas y a la oferta de
estancias de descanso y relax. Todos estos establecimiento se han modernizado
técnicamente sin perder los detalles de su emblemática ambientación modernista.

Actualmente hay un número
considerable de balnearios abiertos al público que hacen que Caldes continúe
siendo la primera estación termal de Cataluña.

El visitante, que acude por
primera vez además de comprobar el poder salutífero de las aguas termales,
tendrá la posibilidad de salir de la rutina, descubrir un entorno ambiental
ecológico y disfrutar del bienestar que proporcionan las aguas
mineromedicinales. Vivencias que van unidas a un mejor conocimiento de la
historia , la cultura y la naturaleza de esta villa termal europea.

Thermalia,
Centro Temático del Agua

Thermalia acoge el gran
centro temático dedicado a la cultura del agua termal mediante la exposición
permanente de los artistas internacionales Manolo Hugué y Picasso. También
presenta el patrimonio, la historia, los personajes y las tradiciones a partir
del agua que emana a 74º C y que ha marcado los orígenes y la personalidad de la
villa.

La visita al museo propone
un circuito inspirado en la propia experiencia termal. Gracias a una exposición
envolvente, seductora e interactiva, el visitante puede gozar de una experiencia
personal que le invita a descubrir los diferentes aspectos del Termalismo.

Dos de las cuatro plantas
del museo resiguen la vida de Manolo Hugué y nos aproximan a los ambientes del
arte del siglo XX, sin olvidar al genial Picasso presente en una exposición de
carácter muy personal fruto de la gran amistad que unía a ambos artistas.

Casa
Delger, Museo Romántico

En una de las calles más
antiguas de Caldes, documentada ya en el 1202, se encuentra la capilla de Santa
Susana. Es el escenario perfecto para introducir a los visitantes en la
dimensión simbólica del termalismo mediante la proyección multimedia “Los dioses
y el agua”, que permite tener una breve noción de la historia del municipio y
conocer piezas arqueológicas de diferentes períodos históricos de Caldes de
Montbui.

La casa paterna de la
familia Delger , es un magnífico ejemplo de la manera de vivir de una familia
acomodada del siglo XVIII. Un museo romántico que habla de un estilo de vida que
se refleja en los muebles de época, una importante pinacoteca y una extensa
biblioteca de cerca de 4.000 ejemplares, algunos de ellos de gran valor.

Caldes de Montbui tiene una
gran vitalidad social, gastronómica, deportiva y cultural. Como toda villa
termal, el visitante participa de todas sus actividades y disfruta de sus
fiestas dedicadas al fuego y al agua o saboreando sus productos típicos como los
“carquinyolis” de tradición centenaria y el “mató”, ambos con Denominación
Comarcal de Producto Alimentario. “L´anís de Taronja” , hecho de la destilación
de la piel de naranja con la grana del anís, y las “Flors del Remai”, que se
hacen con diferentes hierbas aromáticas, son los licores más reconocidos de
Caldes.

Fuente: TermasWorld

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