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Boquerón y Corimayo

Poesía para los recuerdos de un tiempo que fue

A veces golpean mi mente, en forma secreta

recuerdos que duelen.

Está presente el barrio, los amigos de entonces, el tiempo que pasa y
una casa que extraño.

De pelota y bolitas, de rodillas con sangre

Y una tarde infinita, sin vencedores ni vencidos

Las fiestas con vecinos, tablones, caballetes

Cada cual trae un plato, alegría extendida esperando las doce.

La chica de enfrente, la mirada furtiva, y una amiga Celestina que nos
lleva el poema.

Las fogatas gigantes de San Pablo y San Pedro

Madrugadas ansiosas con restos de batatas.

Un olor a jazmines, que me sube a los ojos

Y ese cálido viento que presagia la lluvia,

La tierra se humedece

Uy, la ropa en la terraza

Se refrescan las casas, los abuelos descansan

El almacén ¿dónde está? ¿Se cansó de fiar?

El campito de fútbol, hoy lo ocupa un hiper

Las plazas, los juegos, marcharon al retiro

Un puente de penas cruzó el barrio

Y los vecinos se fueron, como yo

Hermosa fantasía regresar al pasado

Llenarse de recuerdos, oxígeno divino

Esperar el partido que define el torneo

Rezando a no sé quien, la estampita en las medias

Gotas para los nervios, infalible receta

Y cuando el referí, anuncia que ganamos

Abrazarnos llorando a extrañar la vigilia

Que tanto nos unía.

Hermosa fantasía regresar al pasado

Llenarse de recuerdos, oxígeno divino.