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Baldosas rotas…¿Una Ciudad para todos?

¿Quién puede afirmar que muchas grandes ciudades no están hechas en contra de las personas mayores? De hecho quien se anime, no podría acumular las pruebas suficientes para demostrarlo… Calles rotas, colectivos inaccesibles, semáforos precoces… a continuación, algunos consejos para intentar superarlo.

La mejor cocina francesa… sin engordar

Al
encontrarse con la selva de cemento, las personas mayores de 60, deben enfrentar
una serie de obstáculos dignos de un juego de supervivencia. Las escaleras
altas en colectivos, paradas incomodas, etc.

¿Qué
se puede hacer?

La
solución no es alejarse de los peligros dejando de salir a la calle. De hecho,
la recomendación más sana es acudir a la ayuda de los más jóvenes, pidiendo
el asiento en un transporte público, asistiendo a su ayuda para cruzar por una
vereda complicada o una bocacalle y aprovechar para generar una integración
intergeneracional (este es un llamado especial a los adolescentes).

Las
incomodidades más grandes, están en el mal estado de las veredas. Baldosas
rotas, flojas o ausentes, calles en reparación, ramas caídas, etc.

También es
de vital importancia la invasión de los comerciantes en el espacio público de
transito: los puestos de venta ambulantes y las mesas de bares y restaurantes en
las veredas atentan contra la libertad de movimiento de las personas con
imposibilidades motrices.

El
transporte público es la forma de traslado más necesaria para las personas
mayores, sin embargo, el tomar un colectivo es prácticamente una “Misión
Imposible”: las paradas ubicadas en lugares sin espacio para hacer la cola,
son el adelanto de lo que luego será la tarea de subirse al ómnibus.

Las
escaleras a más de 35 centímetros del piso, son un impedimento natural para
muchas personas mayores, casi en la misma proporción que las maquinas
boleteras.

Poniendo
como ejemplo de exageración a la Avenida 9 de Julio, se demuestra que el peatón
es en la ciudad de Buenos Aires (y en muchas otras de Sudamérica), un objeto de
estorbo para el funcionamiento del transito, y mucho más aun, las personas que
necesitan de más tiempo para cruzar una calle, antes de que el semáforo corte.

Ante
la falta de un sistema que tenga en cuenta a los peatones mayores de 60, las
salidas deben partir de la solidaridad:

-Pida
ayuda sin tener miedo de molestar a otras personas

-Acepte
la ayuda de los demás, y muéstrese cordial

-Tenga
en cuenta que la ciudad es de todos, y así como todos debemos respetar las
normas, también estamos en derecho de exigir que nos respeten

-La
seguridad también parte de todos. Respete las señales de transito y manéjese
con seguridad y precaución.

-Presente
sus quejas en los Centros de Jubilados de todo el país.

Las
denuncias

La
forma de hacerse respetar es presentando su denuncia: La Comisión Nacional de
Regulación de Transporte, llama a todos aquellos que se sientan no respetados a
dejar su queja al 0-800-333-0300.

La
Defensoría del Pueblo de la Ciudad, lo atenderá en el 4338-4900; y para
participar del Programa de los Adultos Mayores y la Problemática Vial, puede
comunicarse al 4943-1225.

La
ciudad es de todos y para todos, aunque a veces no lo parezca. Participemos.