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Axelito

De un padre a su hijo…

Tu
rostro angelical irradia el amor,

la
bondad, el afecto, que calma mi martirizado corazón.

Llenándolo
de millones de lucecitas de ternura.

Tus
palabras, sensatas, sanas, esperanzadas,

puras
como tu alma,

alivian
mi dolor, provocando torrentes de alegría.

Tus
tiempos a mi lado, tan intensos y tan profundos,

como
tu ternura,

componen
en mi alma melodías de felicidad,

de
esas que quedan grabadas para siempre.

Tu
presencia es la de un angelito,

que
siento cerca todo el tiempo que me acuerdo.

Y
el que no me acuerdo.

Llevándote
conmigo cada minuto que vivo.

Axelito…
hijito mío adorado,

Te
descubro cada mañana al abrir los ojos,

Al
mirar el sol, al darte cinco millones de besos,

Por
cada uno de tus cinco añitos de existencia,

descubriendo
en vos mil cosas que nunca vi.