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Aproximación a la arquitectura energética

En el Lejano Oriente, el conocimiento y el control de los flujos de energía sirven de fundamento para los sistemas de curación tradicionales como, por ejemplo, la acupuntura y el shiatsu, así como también para las artes marciales como el tai chi, el qi kong y el aikido. Y, en la arquitectura, su correlato es el feng shui…

A la energía se la nombra de diferentes formas. En China se la denomina chi, en Japón se la conoce como ki y en la India prana.

En Occidente no existe ningún vocablo específico, aunque algunas expresiones, como atmósfera, ánima, fuerza vital o espíritu tratan de describirla. El chi es un concepto básico para la astrología oriental y para el feng shui.  

¿Qué es el feng shui?

El feng shui, como arte que enseña a la persona a vivir en armonía con su entorno, tuvo su origen en china hace más de 5.000 años y, en el principio, era parte esencial de la arquitectura y de la construcción de edificios y ciudades. 

Su conocimiento era exclusivo de algunos consejeros de la corte imperial china, quienes estudiaban medicina, geomancia, astrología y otras artes, y lo transmitían por medio de la tradición oral por lo que siempre se mantuvo secretamente en una élite.

Con la llegada del régimen comunista a china, los maestros del feng shui se trasladaron a occidente, donde comenzaron a propagar sus enseñanzas.  

Todos alguna vez hemos experimentado la sensación de entrar a un lugar y encontrarlo acogedor, o de conocer a alguien y, a primera vista, sentir que no nos agrada.

Eso se debe al chi o energía que emiten tanto seres vivos como objetos inanimados. 

El feng shui es un conocimiento ancestral, basado en las matemáticas y en la física que se encarga de armonizar dichas energías presentes en nuestro alrededor para que nos afecten positivamente. Se basa en cuatro aspectos: construcción, entorno, personas y tiempo.

Para realizar los diagnósticos y las "armonías o curas energéticas" de los lugares se utiliza el bagua o pa-kuá y los cinco elementos que son: de fuego, tierra, metal, madera y agua, los cuales sirven para equilibrar el lugar energéticamente.

Actualmente, existen varias escuelas de feng shui que, aunque en esencia tienen el mismo objetivo, varían en sus métodos. Algunas de ellas son la del sombrero negro, la de las formas, la de la brújula, la de las 8 casas, las flying stars, etc.

Las teorías son basadas en el pensamiento máximo chino, el I Ching, juntamente con las leyes del Yin y el Yang y los cinco elementos vitales en la cultura china.

Por lo tanto, para estudiar mas profundamente el feng shui, se debe tener en cuenta que se hace totalmente necesario un estudio previo de los 64 hexagramas del I Ching, las leyes del Yin y el Yang, los opuestos complementarios y los cinco elementos con sus relaciones.

Todo ese estudio nos lleva a la comprensión del modo chino de ver y entender el mundo y el universo con sus interconexiones y eternos ciclos de cambio. recuérdese siempre: "el cambio es la ley de la vida".

Todo en la naturaleza cambia u nunca es estable, recordando el símbolo que representa el Yin y el Yang.

Su eterno proceso de cambio y mutación muestra al hombre que toda la naturaleza, o el universo entero, siempre cambia y evoluciona, que en ningún momento está estancado y parado en el tiempo.

Así, de esta misma manera, debemos actuar en relación con nuestras propias vidas. despreciar que las cosas se transforman es cerrar los ojos a los acontecimientos que sentimos durante toda nuestra vida.

Es importante resaltar una cosa: el fanatismo, sea del nivel que sea, nunca es benéfico, porque desata resultados que a veces pueden ser destructivos y que nos apartan del camino de la sabiduría.

En el feng shui esto es una gran regla a tener en cuenta pues la gente tiene una tendencia natural de considerar el feng shui o cualquier otro sistema como verdad absoluta, basando todos sus hábitos en eso y olvidando que en el interior de nuestras relaciones existen otros factores de responsabilidad. por lo tanto, no debemos apartarnos de la vida en sociedad y si pasar a considerar nuestra vida y la de las personas que nos rodean como una totalidad en que todo está relacionado.

Los grandes maestros de feng shui del pasado practicaban, a su vez, la medicina tradicional china , el chi kun o tai chi y el nai kun.

Tales prácticas siempre estuvieron juntas, pues un medico chino entiende que si una persona tiene algún problema, este es generado por alguna razón.

De esta manera, él va a la casa del paciente a observar que es lo que puede estar errado y puede estar generando tal desarmonía, consiguiendo así dos formas de diagnostico y tratamiento.

Por desgracia, hoy en día las cosas son diferentes y pocas personas pueden ser llamadas como maestros de feng shui porque se ha comercializado su practica.

Feng shui es el arte chino de la decoración, que balancea las energías de vida o chi, en el espacio en el cual nos desenvolvemos, como nuestro hogar, nuestro ambiente de trabajo o cualquier otro lugar.

Feng shui  (que se pronuncia “fung shway) significa “vientos suaves que absorbe aguas calmas”, en cierto sentido “viento” se refiere a la influencia invisible que el entorno ejerce sobre cada uno de nosotros, mientras que “agua” alude a su capacidad para sostener la vida. 

El feng shui  es una filosofía que analiza el diálogo que establecemos día a día con el ambiente en el vivimos, ya que éste es el reflejo de nuestra alma según lo explican los filósofos orientales.

La premisa básica de  este arte es que, si establecemos una relación armónica y cooperativa con nuestro entorno, aumentamos nuestras posibilidades de tener éxito en la mayoría de las áreas de nuestra vida: salud, relaciones, prosperidad. 

Es decir, que si armonizamos nuestro chi con el chi del entrono logramos una armonía con las fuerzas naturales que nos rodean; de esta forma si la energía positiva que circula en el ambiente lo hace en forma libre, las personas que residen en ese ambiente se benefician de esto, y experimentan un sentimiento de bienestar, que se refleja en su salud y prosperidad.

Es cierto que la persona al decorar su casa le atribuye relaciones y objetos que tienen un significado en su mundo interior, de su yo.

En la antigüedad se reservaba este arte a los templos y palacios chinos, para mantener la energía centrada en estos lugares, hasta que hace poco tiempo, este arte fue divulgado abiertamente al público general para que todos puedan beneficiarse con esta armonización energética, teniendo gran influencia en la decoración occidental. 

La práctica del feng shui toma en cuenta las siguientes especialidades: el feng shui tradicional, la interpretación moderna del feng shui, la geomancia y la astrología.

Con respecto a algunos detalles a tener en cuenta, podemos decir que el lugar considerado de mayor poder dentro de la casa es el que está más lejos de la puerta, es decir, que según la distancia a la salida de esa habitación se jerarquizan los puntos de poder, a mayor distancia mayor poder; cerca de la puerta se ven las cosas que reflejan la forma de recibir a nuestros invitados o huéspedes, es lo primero que se ve al entrar a una casa; finalmente las áreas del centro tienen mas que ver con lo que uno hace.

El arte del feng shui es una herramienta a tener en cuenta para todos aquellos que quieran alcanzar la armonía, la felicidad y la paz interior.

Además de ser un excelente complemento para arquitectos, decoradores y paisajistas, quienes pueden incorporarlo sin dificultad a su profesión.

La premisa fundamental del feng shui se basa en que todo a nuestro alrededor, hasta los detalles más pequeños en muebles y decoraciones, puede favorecer o perjudicar nuestras metas de vida.

Los principios del feng shui hay que aplicarlos cotidianamente: ya sea un departamento alquilado, una oficina alquilada, una habitación de hotel o cualquier otro tipo de alojamiento temporal, no deja de necesitar cierto equilibrio aunque sea temporal.

Muchas personas esperan a adquirir en propiedad su hogar para aplicar entonces los principios del feng shui, ya que consideran una pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero hacerlos en viviendas de alquiler en la que no van a vivir más de dos o tres  años, esto es como decir que "voy a esperar dos años para empezar a cuidar de mí mismo".

Y ya que estamos hablando de lograr el hogar que siempre soñaste, ¿has pensado en el feng shui?
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