Los secretos del orgasmo femenino
La sensación subjetiva de
orgasmo está
centrada -en la región pélvica- en el pene, en la próstata y en las vesículas
seminales en los hombres y en el clítoris, en la vagina y el útero de las
mujeres.
El orgasmo es una experiencia de
corta duración, de no más de diez o doce segundos, con una intensidad difícil de
explicar en palabras. Que las mujeres no tengan la facilidad de tener orgasmos
que sí tienen los hombres, no tiene nada que ver con el tipo, la manera, o el
modo de obtenerlos.
De hecho, la incapacidad de alcanzar el orgasmo durante el coito, a pesar de una respuesta plena ante otras formas de estimulación sexual, constituye la queja más común de las mujeres que buscan ayuda de los terapeutas sexuales.
Los orgasmos femeninos pueden
ser obtenidos acariciando el clítoris o la zona aledaña a él. Para ello, debemos
advertir que lo que conocemos por "clítoris",
es apenas la parte visible y palpable de un órgano muy complejo y extenso, que
hunde sus raíces cabalgando sobre la entrada del conducto vaginal, por detrás de
los labios mayores y menores de la vulva.
No existe el orgasmo femenino sin la
intervención del
clítoris. Inclusive aquellas mujeres que dicen que sólo logran el orgasmo
con la penetración, se sorprenderían si supieran que lo obtienen porque el pene
roza la entrada de la vagina, y golpetea con el hueso pubiano y las bolsas
testiculares la zona de la vulva.
Esto quiere decir que se excita
el clítoris de muchas maneras, porque se encuentran en él los cuerpos cavernosos
(igual que en el pene) que se llenan de sangre con la excitación y el roce.
Se trata de aquella región pequeña -que se toca como una pequeña fosita en el
techo del conducto vaginal y en la entrada del mismo-
conocida como "Punto
G", que hace relieve cuando la mujer se encuentra excitada sexualmente.
Este punto se encuentra situado en la cara anterior de la vagina, a medio camino entre el hueso del pubis y el cuello uterino, a unos tres centímetros del exterior de la vagina.
Puede sorprender, pero los 2/3
superiores de la
vagina carecen de terminaciones nerviosas. Por lo tanto, carece de sentido,
hoy en día, hablar de distintos tipos de orgasmo.
Todos los orgasmos, directa o indirectamente, tienen intervención del clítoris.
Para estimular el punto "G",
apoye el dedo suavemente y de una forma acompasada sobre el punto descrito,
modificando el ritmo según el resultado obtenido.
Este tipo de caricia
requiere de mucho tacto ya que el hombre puede acelerar o ralentizar, aumentar o
reducir la presión y con ello hacer variar el grado de excitación de su pareja.
Se recomienda que para
efectuar este tipo de
caricias las
manos estén completamente limpias, las uñas bien cortadas y limpias, y no
estaría de más utilizar un poco de crema o aceite lubricante a fin de hacerlas
más suaves si cabe.
Las sensaciones obtenidas
serán de menor intensidad que las del orgasmo clitorideo, pero permitirán un
orgasmo más rápido y mayor número de repeticiones, que pueden ser simultáneas
con la estimulación del clítoris y otras zonas erógenas.
La estimulación del
Punto G
mediante la introducción del pene resulta difícil si no se ayuda con la
estimulación manual, especialmente en aquellas mujeres que tengan la vagina
distendida por los partos.
La variedad de la obtención del
orgasmo femenino, la experimentación, la posibilidad de goce de diferentes
maneras, proporciona una idea aproximada de la salud mental, no sólo sexual, de
la mujer.
Y hoy, a comienzos del siglo XXI, la salud mental de una persona, es medida por
la posibilidad de tener opciones.