Cómo curar la frigidez y la impotencia...
Muchas veces este
problema tiene que ver también con la poca paciencia del compañero sexual, que
no aporta su esfuerzo para hacer disfrutar a su mujer del éxtasis sexual, y es
en gran medida el culpable de su deficiencia.
Una mujer frígida debe aprender a aceptar su sexualidad y a cambiar su código moral y el complejo de culpabilidad que pueda derivarse de su educación o de experiencias desagradables acontecidas y en ese aspecto, el hombre juega un gran papel y debe mostrarse siempre muy paciente y comprensivo, pues la mujer frígida deberá tener plena confianza en él.
El hombre deberá intentar conocer todos los sentimientos negativos que la perturban, siempre deberá hablar y escuchar muy atentamente. Cuando los problemas sean conocidos por ambos él deberá con mucha inteligencia y ternura, hacerle comprender que sus miedos y sentimientos son irracionales.
Toda la atención del hombre debe estar centrada en el placer de la mujer. No hay que mostrarse ansioso, se debe ser tierno con sus palabras, besos y caricias para ir ganando confianza y progresivamente ir aprendiendo a conocer el cuerpo de la mujer y reaccionar a las caricias y estímulos sexuales de su pareja.
Hay que armarse de paciencia, compresión, confianza, ternura y voluntad e ir teniendo en cuenta estos principios para que una mujer frígida se vea sensual y deje este problema de lado. Si a pesar de los esfuerzos mutuos de la pareja no llega a resolver el problema, es posible que sea necesario el consejo de un terapeuta o psicólogo.