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Adiestramiento canino: nada en la vida es gratis

Con el método “Nada En La Vida Es Gratis”, enseña a tu perro a portarse bien para ganar recompensas…

¿Tu perro se sube a los muebles y se rehúsa a bajar? ¿Muerde tu mano insistiendo en que lo acaricies o le juegues? ¿Se rehúsa a venir cuando le llamas? ¿Defiende su bowl de comida y sus juguetes de los visitantes como si fueran de oro?

Entonces el programa NELVEG (Nada En La Vida Es Gratis) podrá ayudarte, no se trata de una píldora mágica que resolverá problemas conductuales específicos, sino que es un método de convivencia que ayudará a mejorar la conducta de tu perro basándose en la confianza y en tu posicionamiento como líder del grupo familiar.

¿Cómo funciona el método NELVEG?

A través de métodos de refuerzo positivo, se le enseñan a tu perro ciertos comandos o trucos, siéntate”, “abajo”, y “arriba”, son comandos de gran utilidad.

En cuanto a los trucos, puedes decir “patita” si quieres que el perro te dé su pata, o “guau” si quieres que ladre, o “muertito” si quieres que se eche al piso con la panza hacia arriba.


Una vez que el animal conozca algunos comandos, podrás comenzar a practicar el método NELVEG.

Antes de dar algo a tu perro —comida, un paseo, o una caricia—, éste deberá ejecutar alguno de los comandos que ha aprendido, ¿qué quiere decir esto?, que para implementar el programa NELVEG sólo tienes que hacer que tu perro se gane el uso de tus recursos, veamos algunos ejemplos:

  • Si tu perro quiere salir a pasear, entonces deberá sentarse para que puedas colocarle la correa.

  • Si tu pero quiere comer, deberá sentarse y esperar hasta que le des su bowl con alimentos.

  • Si quiere jugar con su hueso cuando llegas del trabajo, deberá entonces sacudir sus patitas cada vez que vayas a lanzar el hueso.

  • Si quiere que le acaricies la panza mientras miras televisión, deberá recostarse y rodar de espaldas antes de recibir tus mimos.

Una vez que has impartido la orden verbal, no des al perro lo que quiere hasta que tú obtengas lo que quieres.

Si tu perro se rehúsa a obedecer la orden, sé paciente y recuerda que en algún momento tendrá que hacerte caso para obtener lo que quiere, asegúrate de que tu perro conozca bien el comando y comprenda lo que quieres antes de comenzar a practicar el método NELVEG.

Beneficios

La mayoría de los perros asumen un rol neutro o sumiso hacia los seres humanos, aunque existen algunos perros que desafían la autoridad de sus amos.

Obligar a “trabajar” a un perro dominante ante cada una de sus peticiones es una forma segura y no confrontadora de establecer el control sobre el animal.

Por su parte, los perros que nunca evidencian conductas agresivas, como gruñidos o ladridos, también pueden arreglárselas para manipularte.

Estos perros ofrecen muestras de afecto, aunque su conducta suele ser un tanto demandante, y pueden intentar imponer sus propios métodos para conseguir lo que quieren —como lamer tus manos para ser acariciados—.

La técnica del NELVEG le recordará a este tipo de perro que las cosas deben hacerse según tus reglas y tus exigencias.

¿Por qué funciona esta técnica?


Los animales que viven en grupos, como los perros, establecen una estructura social dentro del grupo, conocida como jerarquía de dominación.

Esta especie de pirámide jerárquica sirve para mantener el orden, reducir el conflicto y promover la cooperación entre los miembros.

En aras de hacer de tu hogar un lugar seguro y feliz —tanto para las mascotas como para las personas—, será conveniente que los humanos asuman las posiciones más altas en la pirámide jerárquica.

Practica el método “Nada En La Vida Es Gratis” en forma efectiva y comunica a tu perro que su posición en la escala jerárquica está subordinada a la tuya.

Desde el punto de vista de tu perro, los niños también tienen un lugar en esta jerarquía, ya que los niños son pequeños, muchas veces los perros los consideran compañeros de juegos en lugar de verlos como superiores.

Con la supervisión de un adulto, es bueno alentar a que los chicos también practiquen el método NELVEG con tu perro —siempre hablando de chicos mayores de ocho años—.

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