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Para ser feliz, al mal tiempo, buena cara

La felicidad es una actitud personal frente a la vida, sus circunstancias, deleites y desengaños. Se es feliz cuando no se busca la felicidad, pues ¡ella siempre está con nosotros!…

El ser humano ha buscado insistentemente la felicidad a través de la historia de la Humanidad y para encontrarla y más aún para conservarla, ha empleado todos los mecanismos físicos que los adelantos propios de cada época, le han permitido.

Es la razón por la que adquiere seguros de vida, vehículos, casas y cosas; compra poder, conciencias y voluntades. Todo para "conservar la felicidad".

La felicidad es la paz que se logra a través de la comprensión y la tolerancia. Es agradecimiento, es benevolencia, es ayuda espiritual, es esperanza, es el trabajo por los demás. Son momentos de plácido descanso en el amor del ser amado.

El Mahatma Ghandi decía acerca de la felicidad, que es la armonía entre lo que se piensa, se dice y se actúa.

Pero la felicidad sólo puede ser reconocida por los seres que, amando a otros seres, encuentran en ellos el fruto de la Creación Divina

La felicidad es, en suma, una actitud personal frente a la vida, sus circunstancias, deleites y desengaños.

Se es feliz cuando no se busca la felicidad, pues ¡ella siempre está con nosotros!.

Es interesante saber que cuando tenemos el ceño fruncido y mala cara, estamos colaborando con dañarnos nuestro propio hígado, esto no solo esta basado en textos metafísicos si no también en la medicina tradicional china.

Por lo que es recomendable cuando nos sintamos en este estado negativo o nos veamos al frente de algún espejo con la cara arrugada del enfado, intentaremos poner una sonrisa en nuestro rostro para que nuestro hígado reciba un baño de gracia y alegría.

Esta práctica te ayudará también a transformar los pensamientos negativos en positivos, verás como se armoniza tu respiración y se te endulza la expresión.

Y no te olvides, al mal tiempo buena cara.

La verdadera esencia de nuestro ser interno, que se va perdiendo con el fortalecimiento de la personalidad y de lo externo nos indicaría, si le permitiéramos expresarse, que la felicidad es una actitud.

Y la misma depende únicamente de lo que "somos", no de lo que "sabemos" o "poseemos". Los títulos y las pertenencias se quedan en este mundo cuando partimos definitivamente, cuando nuestra alma vuela en libertad ante el llamado Divino.

Y en un plano esotérico, la felicidad está hecha de momentos de regocijo interno, es el despojar el cuerpo de preocupaciones y sufrimientos y lanzarlos al viento.

Es tener el corazón liviano, libre y bien amado. Es comenzar un sueño de luz, un mundo sin restricciones, sin limitaciones ni razones absurdas para explicar lo inexplicable.

Hoy  estamos aquí,  mañana nadie lo sabe,  vive hoy, y ¿sabes qué es vivir?

Vivir es dar, es perdonar, es tener una palabra de consuelo, es tender una mano al  mas necesitado, eso es vivir, porque al final del camino es lo único que Dios tomara en cuenta, y es la cuenta que le vamos a rendir a Dios. 

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